MADRID, 19 Abr. (EUROPA PRESS) -
Al menos tres personas, dos 'cascos azules' y un civil, han resultado heridas este martes tras estallar un artefacto explosivo al paso de un vehículo de la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de Naciones Unidas en Malí (MINUSMA) al sur de la localidad de Tesalit, situada en la región de Kidal (norte).
La misión ha detallado en su comunicado que los tres heridos se encuentran "graves", afirmando que por el momento no se sabe si el artefacto era una bomba de fabricación casera o una mina antipersona.
El suceso ha tenido lugar horas después de un ataque por parte de "hombres armados no identificados" contra un puesto del Ejército y la Guardia Nacional en la localidad de Gurman Rharus, al este de Tombuctú (norte), que ha dejado varios heridos.
El jefe de la MINUSMA, Mahamat Salé Annadif, ha condenado estos ataques, expresando su preocupación por la inseguridad en el norte y el centro del país africano.
"No pasa un día en el que no recibamos informes sobre actos abominables de terrorismo cometidos por los enemigos de la paz y los enemigos de este país y su pueblo", ha lamentado.
"Su objetivo real es poner en jaque el proceso de paz e imponer el reino de la violencia y del caos. Nuestra respuesta sigue siendo la misma: seguiremos más activos que nunca para dar todo nuestro apoyo y acompañamiento a las autoridades y las fuerzas de defensa y seguridad malienses", ha agregado.
Asimismo, Annadif ha hecho un llamamiento a las partes a redoblar sus esfuerzos para avanzar en el proceso de paz, resaltando que "es garantizando la aplicación del Acuerdo de Paz y Reconciliación cuando se derrota al terrorismo".
El norte de Malí es una región convulsa con presencia de tropas francesas desde la revuelta tuareg de 2013, que rápidamente fue secuestrada por grupos yihadistas, lo que provocó la intervención militar de París en su antigua colonia.
El proceso de paz sufrió un duro golpe a mediados de enero, tras la muerte de al menos 77 personas en un atentado contra una base militar que albergaba a soldados gubernamentales y a miembros de grupos armados rebeldes --Plataforma y CMA-- que acordaron llevar a cabo patrullas conjuntas en el marco del acuerdo de paz.
Estas patrullas, a las que está previsto que se unan también militares malienses, están pensadas como germen de una reconfiguración del Ejército en el que estén integrados dichos antiguos miembros de grupos rebeldes, en el marco del Mecanismo Operacional de Coordinación (MOC).
La autoría del atentado fue reclamado por Al Murabitún, vinculado a Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI). El grupo, dirigido por el yihadista argelino Mojtar Belmojtar, ha llevado a cabo en los últimos años varios atentados de gran magnitud contra objetivos civiles y militares en el norte de Malí y en otros países africanos.
Tras el atentado, el presidente de Malí, Ibrahim Boubacar Keita, hizo un llamamiento a aplicar en su totalidad el acuerdo de paz, pidiendo que el ataque no impacte negativamente en este proceso.
"El acuerdo de paz no tiene ninguna alternativa creíble y positiva para la población", dijo, al tiempo que solicitó "que se muestre aún más voluntad, valor y convicción para aplicarlo".