MADRID, 10 Dic. (EUROPA PRESS) -
Un antiguo miembro de un grupo terrorista judío ha resultado herido de gravedad este miércoles en un ataque perpetrado cerca de la ciudad cisjordana de Tulkarem, suceso en el que ha resultado herida leve su esposa.
El herido, identificado por los medios israelíes como Shaul Nir, fue integrante del grupo Jewish Underground y cumplió siete años de cárcel tras ser condenado a cadena perpetua por un ataque perpetrado en 1983 contra una escuela de Hebrón que se saldó con tres estudiantes muertos y 33 heridos.
Nir ha sido ingresado en estado grave debido a una herida en la cabeza, presuntamente sufrida en el accidente de tráfico sufrido tras el ataque contra el vehículo. Además, presenta heridas de bala en sus extremidades, al igual que su esposa, Rachel.
Jewish Underground perpetró numerosos atentados en la década de los ochenta y estuvo detrás de varios intentos de asesinato contra alcaldes palestinos, ataques que se saldaron con numerosas víctimas.
El suceso ha tenido lugar horas después de que un palestino muriera tiroteado por las fuerzas de seguridad israelíes tras apuñalar a un soldado israelí y a un civil en Hebrón, según ha informado el Ejército israelí.
En un comunicado, el Ejército israelí ha indicado que el palestino atacó a las víctimas durante "un control de seguridad rutinario" en Hebrón, uno de los puntos calientes en la ola de ataques en Cisjordania, Israel y Jerusalén en los dos últimos meses. Uno de los heridos está leve y el otro de carácter moderado.
La violencia ha venido motivada en parte por la ira palestina en torno al creciente número de judíos que visitan la Mezquita de Al Aqsa, en Jerusalén Este, el tercer lugar sagrado para los musulmanes y que también es reverenciado por los judíos.
Estos temen que Israel planee acabar con el statu quo del lugar, que está gobernado por un acuerdo en virtud del cual los no musulmanes pueden visitar el recinto sagrado, pero solo los musulmanes pueden rezar en él. Israel ha negado repetidamente dichas intenciones.
Los palestinos también están frustrados por el ritmo del proceso de paz, paralizado desde principios de 2014, mientras que Israel sigue con su política de ampliación de los asentamientos que ha construido en tierras que se anexionó durante la guerra de 1967.
Desde el 1 de octubre, las fuerzas israelíes han matado a 106 palestinos, 66 de ellos tras llevar a cabo ataques o ser detectados en las cámaras cometiendo ataques. La mayoría de los demás han muerto en enfrentamientos con policías o soldados israelíes. Por otra parte, 19 israelíes y un estadounidense han muerto en ataques palestinos.