Archivo - El presidente de Israel, Isaac Herzog - Europa Press/Contacto/Lev Radin - Archivo
MADRID, 13 May. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Israel, Isaac Herzog, ha asegurado este lunes que "la herida" abierta tras los ataques del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) del 7 de octubre no sanará por completo hasta que se certifique el regreso de todos los rehenes cautivos por la milicia palestina.
"Esta recuperación, necesaria para todos nosotros como nación y como país, no se trata solo sobre mirar al futuro y nuestra construcción, sino también de arreglar el presente", ha manifestado Herzog al término de un acto en recuerdo de las víctimas del terrorismo.
"Nuestro presente no será pleno, y nuestra herida no sanará hasta el regreso de los rehenes, de nuestros queridos hermanos y hermanas, que están angustiados y bajo cautiverio", ha añadido el jefe de Estado israelí, según unas declaraciones recogidas por el diario 'The Times of Israel'.
Herzog ha incidido una vez más en que aquella ofensiva de Hamás --que se saldó con casi 1.200 muertos y 240 rehenes, y supuso el estallido del actual conflicto en la región-- fue "el ataque terrorista más atroz" que ha sufrido nunca el país, y un "asalto" a la soberanía nacional y los derechos de los israelíes.
En alusión directa a los familiares de las víctimas y rehenes de Hamás, el presidente israelí ha reconocido que "nadie puede entender realmente la magnitud del vacío que se ha abierto en sus vidas", y ha señalado que "el rol" del Estado y la población israelí es el de apoyar a las familias.
"Esto por supuesto se aplica a la profunda obligación moral hacia los sobrevivientes de actos de hostilidad y terror, y hacia todos aquellos afectados física y mentalmente por ellos, que necesitan ayuda, asistencia, acompañamiento, recursos, conocimiento y atención de todos nosotros para internar recuperarse y regresar a su vida", ha zanjado.
Hamás lanzó a comienzos de octubre una ofensiva sobre el suroeste de Israel que dejó un balance de casi 1.200 muertos y 240 rehenes. Poco después, el Ejército israelí puso en marcha una cruenta campaña militar en la Franja de Gaza, dejando ya más de 35.000 muertos, en su mayoría mujeres y niños.