Nasralá advierte de que "todas las opciones están sobre la mesa" ante este "acto agresivo y provocativo"
MADRID, 10 Jun. (EUROPA PRESS) -
El líder del partido-milicia chií libanés Hezbolá, Hasán Nasralá, ha subrayado que las autoridades deben "impedir" que Israel extraiga gas y petróleo del campo de Karish, tras la llegada hace días de una plataforma petrolera a una zona que Beirut asegura que está en disputa, algo rechazado por el Gobierno israelí.
"El objetivo inmediato debe ser evitar que el enemigo extraiga petróleo y gas del campo de Karish", ha dicho Nasralá, quien ha recalcado que Hezbolá "no permanecerá de brazos cruzados ante el saqueo (por parte de Israel) de los recursos naturales, que suponen la única esperanza de salvación para el pueblo libanés".
Así, ha destacado que "todas las opciones están sobre la mesa" y ha agregado que el grupo tiene capacidades militares y logísticas para evitar que Israel proceda a estos trabajos de extracción, en una aparente advertencia sobre un posible ataque contra la plataforma, según ha recogido la cadena de televisión libanesa Al Manar.
"La resistencia está comprometida a defender la riqueza marítima. Todas las medidas del enemigo no pueden defender el buque que planea extraer petróleo y gas en una zona en disputa", ha reseñado. "Las pérdidas de Líbano en caso de una guerra con Israel no son nada comparadas con las pérdidas de la entidad sionista", ha señalado. "La decisión del enemigo de ir a la guerra tiene repercusiones existenciales para la entidad sionista, más que repercusiones estratégicas", ha puntualizado.
Nasralá ha resaltado además que la empresa griega que opera el buque es "totalmente responsable" de lo que le pase al mismo y ha tildado de "acto agresivo y provocativo" la entrada de la plataforma en esta zona marítima. "El buque llegó a una zona marítima en disputa para extraer gas", ha recalcado.
"Estamos ante un asunto nacional muy importante que trata sobre cómo reaccionar ante esta agresión israelí", ha explicado, al tiempo que ha incidido en que el grupo no participa en las conversaciones indirectas entre Líbano e Israel para intentar delimitar la frontera marítima entre ambos países.
En este sentido, ha argüido que el país hace frente a una serie de "amenazas" por estas acciones por parte de Israel, incluido "el peligro para esta riqueza ante una incautación potencial por parte de la entidad sionista de una gran zona de la frontera marítima". "La segunda amenaza supone evitar que Líbano extraiga gas y petróleo en su frontera marítima", ha añadido. "No tenemos mucho tiempo. Cuando más tardemos, más riqueza perdemos", ha sostenido, antes de reiterar que Líbano "tiene el derecho último para invertir en su riqueza marítima".
Por su parte, el presidente de Líbano, Michel Aoun, afirmó que intentará lograr "resultados positivos" en los trabajos para la demarcación de la frontera marítima y agregó que la postura de Beirut se fundamenta en "la protección de los intereses libaneses y sus derechos a sus aguas y tierras".
"Este asunto, que es parte de negociaciones internacionales, está en el centro de las responsabilidades del presidente de la república, según el artículo 52 de la Constitución", explicó, antes de agregar que Líbano pedirá al mediador estadounidense, Amos Hochstein, que "reinicie sus esfuerzos para reactivar las negociaciones indirectas".
"Líbano quiere, a través de estas negociaciones, ser capaz de utilizar sus recursos petroleros y gasísticos en aguas libaneses y preservar la estabilidad y seguridad en el área fronteriza", apostilló el mandatario libanés, tal y como ha informado el portal libanés de noticias Naharnet.
El propio Aoun afirmó recientemente que "las negociaciones para la demarcación de la frontera marítima sur siguen en marcha" y resaltó en que "toda acción o actividad en la zona en disputa supone una provocación y un acto hostil", mientras que el primer ministro libanés en funciones, Nayib Mikati, acusó a las autoridades israelíes de intentar provocar "una nueva crisis" e "imponer hechos consumados".
En respuesta, la ministra de Energía israelí, Karin Elharrar, dijo el lunes que "no hay conexión alguna entre la zona de Karish y las líneas en disputa", antes de argüir que las afirmaciones de Aoun "están muy distantes de la realidad". "Es nuestro territorio y nuestro gas natural. La licencia fue entregada en 2008", zanjó.
Israel y Líbano --que están técnicamente en guerra y no mantienen relaciones diplomáticas-- iniciaron en octubre de 2020 un proceso de conversaciones indirectas que cuentan con la mediación de Estados Unidos y que se celebran bajo auspicios de Naciones Unidas en la sede del organismo internacional en la ciudad libanesa de Naqura.
Las negociaciones giran en torno a un área de 860 kilómetros cuadrados que, según ambos países, se sitúan en sus respectivas Zonas Económicas Exclusivas, un asunto de especial importancia después del hallazgo de reservas de gas en esta zona que tanto Israel como Líbano esperan poder explotar.