BEIRUT, 9 Nov. (Reuters/EP) -
El partido-milicia Hezbolá ha instado a Arabia Saudí a dejar de intervenir en cuestiones internas de Líbano, después de que el primer ministro libanés, Saad Hariri, anunciase desde Riad que abandonaba el cargo, en un giro inesperado de los acontecimientos que ha suscitado todo tipo de dudas.
El bloque parlamentario de Hezbolá ha cuestionado la política saudí, después de que varias fuentes hayan asegurado que Hariri dimitió presionado por Riad y que incluso se encuentra ahora bajo arresto domiciliario.
La dimisión del primer ministro libanés aún no se ha hecho efectiva, en la medida en que tiene que ser aprobada por el presidente, Michel Aaoun, y éste no se ha pronunciado a la espera de que Hariri regrese al país y se explique con claridad. El diputado de Hezbolá Hasán Fadlalá ha confirmado que su grupo apoya la decisión de Aaoun.
Por su parte, el ministro de Exteriores de Líbano, Gebran Bassil, ha asegurado en Twitter que nadie tiene derecho a poner o quitar dirigentes. "Somos los únicos que decidimos quién nos representa y somos los únicos que decidimos a quién quitar o no", ha advertido.
PRESIÓN DIPLOMÁTICA
Hariri, entretanto, sigue en Riad y guarda silencio. Su oficina ha confirmado este jueves que se ha visto en los últimos días con varios diplomáticos extranjeros, entre ellos los de la UE, Francia, Reino Unido y Estados Unidos.
El presidente de Líbano también ha comenzado a hablar con diplomáticos extranjeros para tratar de "descubrir el misterio" en torno a esta dimisión, según la cadena Al Manar, vinculada a Hezbolá.
Una fuente del Gobierno libanés consultada por Reuters ha añadido que la idea de Beirut es pedir a otros países de la región que presiones a Arabia Saudí para que "libere" a Hariri. "Mantenerlo con libertades restringidas en Riad es un ataque contra la soberanía libanesa", ha advertido.