ROMA, 8 Dic. (Reuters/EP) -
Bilal Erdogan, hijo del presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha salido al paso de las acusaciones de Rusia que le sitúan presuntamente en un entramado de comercio ilegal de petróleo procedente de los territorios controlados por Estado Islámico en Siria e Irak.
"Estado Islámico es un enemigo de mi país. Es una desgracia. Pervierte la percepción pública de mi religión. No representan al Islam y yo no les considero musulmanes", ha aseverado Bilal Erdogan frente a las acusaciones formuladas la semana pasada por el Ministerio de Defensa ruso.
"Tenemos oficinas en Estambul, pero no hacemos negocios en el Mediterráneo ni en Siria ni en Irak", según ha declarado en una entrevista concedida al diario italiano 'Corriere della Sera'.
Si bien Bilal controla numerosos barcos petroleros gracias a su propia compañía y a su participación en otras firmas, negó categóricamente que participe en actividades operativas y que su hermano Burak esté transportando crudo de territorios controlados por Estado Islámico.
En su lugar, Bilal señaló como máximo beneficiario del comercio ilegal de petróleo al presidente de Siria, Bashar al Assad. "Si sigues el crudo de ISIS, encontrarás a Al Assad", aseguró.