CENTENNIAL (ESTADOS UNIDOS), 2 (Reuters/EP)
Un neuropsicólogo que trató a James Holmes, el hombre que inició un tiroteo en el cine Aurora de Denver en julio de 2012 y mató a 12 espectadores, tres días después del ataque ha dicho este jueves al jurado del caso que no había señales de que Holmes estuviese fingiendo enfermedades mentales.
Holmes ha admitido ser el causante de las muertes, pero se ha declarado no culpable por una enfermedad mental. De hecho, la defensa legal de Holmes ha venido aduciendo que el tiroteo se produjo después de un largo tobogán emocional del agresor, quien supuestamente sufriría una enfermedad mental que eventualmente incluiría delirios y alucinaciones.
En contra, los fiscales dicen que Holmes, de 27 años, es un asesino "a sangre fría" cuya intención era asesinar a las 400 personas que estaban viendo el estreno de una película de Batman en un cine de Denver, y que ha fingido esa presunta enfermedad para evitar ser ejecutado.
El fiscal de distrito George Brauchler llegó a presentar el pasado mes de abril dos exámenes psiquiátricos a los que fue sometido James Holmes y que presuntamente revelaban que el acusado está "mentalmente sano".
Sin embargo, este nuevo testimonio del neuropsicólogo Robert Hanlon, que trabaja en Chicago, pone en duda la condición mental de Holmes. Hanlon asegura que en una nueva serie de sesiones de más de 13 horas realizadas en la cárcel en abril de 2013 el asesino "no mostró evidencias de estar fingiendo" esta enfermedad.