ROMA, 27 Nov. (EUROPA PRESS) -
Un hombre se ha subido este viernes al Coliseo de Roma y ha comenzado a gritar para protestar contra la aprobación de un nuevo decreto que restringe la venta de guías turísticas y la presencia de hombres disfrazados de gladiadores en las calles de la capital italiana.
"Somos italianos, pagamos impuestos y firmamos contratos indefinidos a otros italianos. Con este decreto todos estaremos en situación de desempleo y en 14 días unas 45 agencias turísticas entrarán en quiebra provocando que 2.000 italianos se queden sin trabajo", ha afirmado a medios locales el manifestante, Franco Magni, tras descender del Coliseo.
"Somos legales y hacemos una factura por cada servicio. Con nosotros los turistas no hacen fila para entrar a los monumentos de forma legal. Nosotros nos limitamos a hacer pagar 5,50 euros más por cada ticket pero no vendemos entradas", ha asegurado Magni.
Los bomberos y la Policía han instalado un colchón hinchable bajo la cornisa en la que el hombre se ha subido para evitar que resultara herido si finalmente decidía tirarse al vacío. "Iniciaré una huelga de hambre", ha gritado el hombre.
El incidente ha provocado que otros afectados por el decreto iniciaran una pequeña protesta en la plaza del monumento. La nueva norma prohíbe el trabajo de las personas que ganan dinero promocionando visitas turísticas, vendiendo entradas de museos y disfrazándose de gladiadores romanos para que los turistas se fotografíen con ellos en zonas públicas.
"Todas estas personas tienen familias y ahora no podrán seguir trabajando por el nuevo decreto. Italia actualmente está en crisis, ¿qué harán ahora? De esta forma han destruido cientos de puestos de trabajo", ha dicho uno de los hombres que se disfrazan de gladiadores en la plaza del monumento.
Un agente de Policía ha afirmado que Magni, un gestor de una compañía de guías turísticas, ha alcanzado el borde de una cornisa del turístico anfiteatro romano desde el interior, aparentemente por el propio acceso al monumento.
Este hecho ha hecho dudar de si la ciudad realmente está preparada para acoger el Año Santo Católico, también llamado 'Jubileo', e incluso si puede proteger a los ciudadanos y turistas del riesgo de sufrir un ataque como el que se produjo en París hace dos semanas, donde murieron 130 personas. Las autoridades de la ciudad han informado de que instalarían nuevos detectores de metal en los accesos al Coliseo después de los atentados.
"Si este hombre hubiese sido un kamikaze con un arma o una bomba habría volado el Coliseo", ha afirmado en la misma plaza del monumento un soldado italiano retirado.
El Año Santo es uno de los acontecimientos más importantes para los fieles católicos, además de ser un evento que atrae a miles de turistas y peregrinos a la capital italiana.