Xi Jinping promete respeto a la identidad de los ciudadanos siempre que reconozcan el control de Pekín
HRW y Amnistía acusan a China de romper una promesa al anular la autonomía territorial acordada con Reino Unido en 1997
MADRID, 1 Jul. (EUROPA PRESS) -
Hong Kong conmemora este viernes el 25 aniversario de la devolución británica del territorio a China en un momento en que Pekín ejerce un dominio sin precedentes sobre la ciudad, prácticamente despojada de los derechos y libertades especiales de los que disfrutó según la Ley Básica acordada entre ambos países y con una oposición en ruinas merced a la presión de las autoridades en lo que ONG internacionales como Human Rights Watch (HRW) califican como un "ejercicio de represión" iniciado hace dos años y que, a la vista del panorama actual, ha sido un éxito rotundo.
El ambiente de reivindicación que se respiraba en 2019 ha desaparecido. Ese año cientos de miles de personas salieron habitualmente a las calles del territorio para protestar contra una ley de extradición impuesta desde China que acabó siendo el prolegómeno de la draconiana Ley de Seguridad Nacional que llegaría un año después, herramienta para perseguir a los críticos del gobierno territorial, completamente sometido a Pekín, desde entonces en peligro de acabar acusados de "sedición o conspiración con elementos extranjeros" por el mero hecho de oponerse a las autoridades.
En 2021, Hong Kong celebró unas elecciones legislativas "solo para patriotas" que terminaron de aniquilar a cualquier asomo de oposición en el Parlamento territorial: solo tres de los 153 candidatos se identificaron como próximos al movimiento opositor prodemocracia. La participación acabó desplomándose al 30 por ciento en comparación con el 58 por ciento registrado durante el proceso electoral de 2016 y casi la mitad de los legisladores fueron elegidos a dedo por el propio Comité Electoral.
El plan culminó en mayo de este año con la victoria de quien precisamente fue responsable del dispositivo de seguridad durante las protestas, John Lee, ahora al frente de un territorio donde la autonomía que garantizaba la Ley Básica se circunscribe, como ha declarado este mismo viernes el presidente de China, Xi Jinping, en su primera visita desde 2017, al ejercicio de un sistema capitalista.
"UN PAÍS, DOS SISTEMAS"
"Hong Kong no puede desestabilizarse. No podemos permitirnos el caos", ha declarado el presidente chino en el discurso de apertura de las celebraciones, en el Centro de Convención y Exhibiciones de la ciudad, durante el que agradeció tanto a Lee como su predecesora, Carrie Lam, sus esfuerzos para "salvaguardar la soberanía nacional, la seguridad, los intereses de desarrollo y la estabilidad".
El presidente chino, que ha reiterado la necesidad de asegurar la integración completa de la jurisdicción de Pekín, ha asegurado no obstante que los residentes tienen libertad para expresarse siempre y cuando acepten el principio de "un país, dos sistemas" por el que Hong Kong reconoce el control absoluto de Pekín.
"Da igual la filosofía que tengan los ciudadanos: siempre que apoye sinceramente esta idea, ame a Hong Kong como si fuera su patria y cumpla con la ley de la ciudad, serán fuerzas positivas en el desarrollo de Hong Kong, y todos pueden contribuir", ha remarcado, tal y como ha recogido el diario 'South China Morning Post'.
Como viene siendo habitual dentro de su larga cruzada contra la corrupción, el presidente chino ha avisado entre líneas a las nuevas autoridades que no tolerará ni el más mínimo asomo de abuso de poder. "La gente quiere mejor calidad de vida, más oportunidades para trabajar, una casa más grande, niños mejor educados y más atención para sus mayores. Este nuevo gobierno no debe decepcionar a la gente. Estas expectativas deben convertirse en su prioridad", ha declarado.
El nuevo jefe ejecutivo del territorio, John Lee, confirmó todas y cada una de estas ideas en su discurso de toma de posesión, en el que defendió la ley de seguridad nacional como un instrumento de orden, y las reformas electorales como una garantía para un gobierno de "patriotas", recoge la cadena RTHK.
"Gracias al pleno apoyo de las autoridades centrales, la vitalidad y la fuerza del principio 'Un país, dos sistemas', así como la diligencia y determinación de los ciudadanos de Hong Kong, hemos superado todos y cada uno de los desafíos", ha asegurado.
UN NUEVO TERRITORIO
Las organizaciones humanitarias internacionales han dedicado esta semana a avisar del retroceso en derechos y libertades experimentado en el territorio. Human Rights Watch ha acusado directamente a las autoridades chinas de "romper la promesa" asumida en 1997 de respetar las garantías consagradas en la constitución funcional del territorio, y los derechos protegidos en la Ley Básica y en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
Uno de los últimos reductos de la oposición a China, la Liga de los Social Demócratas, ha terminado abandonado sus planes de protesta. Su líder, Avery Ng, está bajo arresto domiciliario "arbitrario", a juicio de la ONG. Los resultados de una encuesta de opinión pública sobre la devolución están aplazados por presiones policiales, hay medios que no pueden cubrir la ceremonia y quien quiera protestar este viernes se ha enfrentado con un laberinto de barricadas policiales, relata la organización.
Amnistía Internacional, por su parte, ha lamentado la victoria de Lee como "un momento preocupante para los Derechos Humanos en Hong Kong", dado su "historial de represión", según una declaración formulada este mismo viernes.
La ONG recuerda que, en breve, el Comité de Derechos Humanos de la ONU analizará el desempeño del gobierno de Hong Kong en materia de Derechos Humanos por primera vez desde la declaración de la ley de seguridad nacional. En este sentido, Amnistía Internacional ha documentado que ciertos grupos de la sociedad civil del territorio ha sido "disuadidos" de participar en esta revisión de la ONU por temor a ser acusados de "connivencia con fuerzas extranjeras" en virtud de esta ley.
"La próxima revisión por la ONU sobre Hong Kong pondrá de manifiesto los descomunales fallos del gobierno en el respeto, la promoción y la protección de los derechos humanos de la ciudadanía en los últimos años", ha manifestado el director regional de Amnistía Internacional para Asia y Oceanía, Erwin van der Borght, antes de avisar que las autoridades preparan medidas todavía más restrictivas, en particular contra la difusión de contenido potencialmente "subversivo" a través de las redes sociales.
Cabe recordar que Amnistía cerró sus oficinas a finales de 2021 precisamente por la Ley de Seguridad Nacional de Hong Kong, que vuelve "imposible que las organizaciones de derechos humanos de la ciudad trabajen libremente y sin temor sufrir graves represalias por parte del gobierno", declaró Anjhula Mya Singh Bais, presidenta de la Junta Directiva Internacional de Amnistía.