MADRID 12 Oct. (EUROPA PRESS) -
El pueblo checo de Trebon, en la región de Bohemia, ha dedicado un homenaje a una enfermera que durante la II Guerra Mundial se dedicó a matar a soldados alemanes contagiándoles con enfermedades de transmisión sexual que ella misma padeció tras ser violada por fuerzas del régimen de Adolf Hitler.
La mujer, cuyo nombre se desconoce y de la que se tienen pocos datos sobre sus actividades, tuvo además que sufrir el repudio de la población, que desconocía su plan y la acusó de colaboracionista antes de ser descubierta por la Gestapo y ejecutada.
El gesto tuvo lugar en 2012 pero ha sido esta semana cuando los medios lo han dado a conocer, a través de una entrevista al actual residente del domicilio en el que vivía la enfermera, el abogado jubilado Karel Friml, de 79 años de edad, que exhibe una placa conmemorativa en la fachada de su vivienda.
"Sus actos fueron su propia resistencia y venganza por la violación de su país y la suya propia", ha declarado Friml al diario birtánico 'Daily Mail'. El abogado tiene constancia de que la enfermera "tenía muchos amantes alemanes, quizás seis, quizás diez, quizás más".
Su 'modus operandi' consistía en iniciar una relación con los soldados heridos a los que atendía durante la ocupación de Trebon, en el marco de la operación militar en Checoslovaquia, donde los nazis se anexionaron diferentes regiones germanoparlantes en 1938.
"Por desgracia no conocemos su nombre pero sí sabíamos que fue asignada al cuidado de alemanes heridos, comenzaba un romance con ellos y después, o desaparecían o aparecían muertos", según Friml.
La policía secreta nazi, la Gestapo, que preparaba por aquel entonces un plan para aniquilar la identidad nacional de los checoslovacos a través de ejecuciones y deportaciones, tuvo conocimiento de las actividades de la enfermera tras enviar un agente al hospital en el que ella trabajaba. "Descubrieron a qué se dedicaba y acabaron con su vida de un disparo", explicó el abogado.
La historiadora y encargada del museo de Trebon, Jirina Psikova, ratificó que la mujer está reconocida históricamente por los residentes. "Algunos dicen que era una prostituta y que transmitía enfermedades de transmisión sexual entre los oficiales alemanes, pero otros la consideraban una auténtica patriota que fue violada e infectada por los nazis y que decidió cobrarse su venganza", ha explicado.