WASHINGTON, 6 May. (EUROPA PRESS) -
Arabia Saudí ha usado cerca de población civil en Yemen, bombas de racimo fabricadas en Estados Unidos, dejando atrás submuniciones sin explotar, según ha denunciado Human Rights Watch.
Este viernes, la ONG además ha urgido a Washington a dejar de producir y vender este tipo de armamento, prohibido en muchos países debido al tipo de daños que causan y a que algunas veces no llegan a explotar, suponiendo un peligro a largo plazo en la región.
Las reglas estadounidenses de exportación de armamento, que se basan en la fiabilidad del arma, no han evitado el aumento de ventas de bombas de racimo a Arabia Saudí, exponiendo así a la población a un riesgo a largo plazo, según Human Rights Watch. Las bombas de racimo están prohibidas en 119 países desde 2008 tras un acuerdo formalizado como resultado de la Convención contra las Bombas de Racimo. Acuerdo al que, por otro lado, ni Arabia Saudí, ni Yemen, ni Estados Unidos se adscribieron.
"Estados Unidos ha vendido bombas de racimo a Arabia Saudí, un arma del que la mayoría de países ha renegado por los graves daños que provocan en la población civil", ha declarado Steve Goose, director armamentístico de Human Rights Watch y presidente de la Coalición contra las Bombas de Racimo. "Arabia Saudí debería dejar de usar bombas de racimo en Yemen o en cualquier otra parte, y Estados Unidos debería dejar de producirlas y exportarlas", ha añadido.
Desde el 26 de marzo de 2015, Arabia Saudí, un país con mayoría suní, ha liderado una coalición de nueve estados árabes que han estado llevando a cabo operaciones militares en Yemen contra fuerzas huthis, de la corriente zaidí dentro del chiísmo. El pasado 10 de abril se decretó un alto el fuego que no ha sido respetado por ninguna de las partes.
BOMBARDEOS EN YEMEN
En este conflicto, Human Rights Watch ha informado sobre bajas civiles en Yemen en ataques cometidos por la coalición liderada por Arabia Saudí, que ha estado usando cuatro tipos distintos de bombas de racimo fabricadas por Estados Unidos. Entre estas bombas usadas por Arabia Saudí se encuentra el modelo CBU-97, que ha sido usado en al menos seis bombardeos en Amran, Hodaida, Saada y Saná. El último ataque registrado usando CBU-97 fue el pasado 15 de febrero.
Las bombas de racimo se lanzan por avión o por tierra y contienen submuniciones más pequeñas que se esparcen por el aire antes de tocar tierra. Estas municiones suponen un grave peligro para la población civil ya que impactan en un área muy amplia, muchas veces, más allá de los objetivos militares, y además es común que no todas las submuniciones exploten, convirtiéndose así en una especie de mina que supone una amenaza a largo plazo.
Desde 2007, la ley de exportación armamentística de Estados Unidos prohíbe que este tipo de municiones se usen en zonas civiles y solo permiten la venta de bombas de racimo cuyas submuniciones presenten una probabilidad de no explotar mayor al uno por ciento.
Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos han recibido también bombas de racimo del modelo CBU-105 fabricadas por Estados Unidos. Cada bomba de este modelo contiene 10 botes con cuatro submuniciones cada uno. Esas submuniciones están diseñadas para detectar, clasificar y fijar un objetivo para luego explotar justo antes de tocar el suelo y crear una explosión de fragmentación con metralla. Los nuevos modelos están equipados con sistemas electrónicos de auto destrucción y auto desactivación.
Aun así, Human Rights Watch ha recogido información y evidencias visuales en las que se demuestra que al menos tres ataques en Yemen han dejado municiones sin detonar, algo que demuestra que la situación no se ajusta al reglamento de exportación del 2007.
Se han usado este tipo de municiones en zonas civiles o cerca de ellas, algo que también quebranta el reglamento. El día 12 del pasado diciembre, una mujer y dos niños resultaron heridos en su casa tras un ataque en la localidad de Hodaida. También hubo dos civiles heridos de gravedad en un ataque en Saada en abril de 2015.
Arabia Saudí ha reconocido haber usado CBU-105 en una ocasión aunque ha negado haber usado otros tipos de bombas de racimo. Por su parte, Emiratos Árabes Unidos ha reconocido poseer este tipo de armas aunque ha negado haberlas usado ya que están prohibidas desde 2008 por la Convención contra las Bombas de Racimo.
"Tras estos ataques en Yemen, está claro que las bombas de racimo no son tan 'fiables' o 'inteligentes' como se ha intentado hacer creer", ha declarado Goose. "Estados Unidos debería dejar de fabricarlas y venderlas teniendo en cuenta las evidencias de su fracaso", ha añadido.