MADRID, 15 Feb. (EUROPA PRESS) -
La organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW) ha denunciado este domingo que la coalición encabezada por Arabia Saudí está utilizado en Yemen bombas de racimo suministradas por Estados Unidos, a pesar de las víctimas civiles causadas por esta munición.
"Arabia Saudí y sus aliados de la coalición, así como su suministrador estadounidense, están violando de forma flagrante los estándares mundiales que determinan que las bombas de racimo no deben ser usadas bajo ninguna circunstancia", ha dicho el director para Armas de HRW, Steve Goose.
"La coalición que encabeza Arabia Saudí debe investigar las pruebas de que los civiles están siendo víctimas en estos ataques y poner fin a los mismos inmediatamente", ha agregado, según un comunicado publicado por la ONG.
En el mismo, HRW ha detallado que las bombas de racimo son disparadas desde tierra por artillería y cohetes o lanzadas desde el aire desde aviones, recordando que algunas municiones no explotan tras el impacto y suponen una amenaza posterior.
Asimismo, ha señalado que la coalición es responsable de "todos o prácticamente todos" los ataques con este tipo de munición, argumentando que es la única parte en conflicto que opera los aviones o lanzacohetes necesarios para llevarlos a cabo.
La organización ha indicado que en al menos cinco ataques ha sido utilizada la CBU-105 Sensor Fuzed Weapons, fabricada por Textron Systems Corporation, con sede en el estado estadounidense de Massachussetts. El último ataque con este armamento tuvo lugar en diciembre en la ciudad de Hodaida.
HRW ha manifestado que Estados Unidos ha entregado estas armas a Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos (EAU) en los últimos años, resaltando que las CBU-105 son las únicas municiones de racimo exportadas por Estados Unidos, a condición de no ser usadas en áreas civiles.
"Las Sensor Fuzed Weapons están considerados por alguno como las municiones de racimo más avanzadas del mundo, pero tenemos pruebas de que no están funcionando como deberían en Yemen y de que han causado daños a civiles en al menos dos ataques", ha dicho Goose.
"Las pruebas generan preguntas acerca del cumplimiento de las políticas de uso de bombas de racimo estadounidenses y de las normas de exportación (de esta munición por parte de Washington)", ha remachado.