MADRID, 10 Jul. (EUROPA PRESS) -
Soldados del Ejército de Camerún apostados en la región de Extremo Norte, escenario de ataques por parte de Boko Haram y de Estado Islámico en África Occidental (ISWA), han obligado a civiles a que hicieran guardias durante la noche para alertar ante posibles ataques de los islamistas, según denuncia Human Rights Watch (HRW).
Los hechos denunciados se han producido entre mediados de marzo y primeros de abril en Mozongo. Los militares golpearon o amenazaron a quienes se negaban a cumplir con este cometido, si bien las palizas habrían cesado a raíz de las denuncias de ONG locales y de la Comisión Nacional para los Derechos Humanos. No obstante, la población sigue viviendo con miedo a que se repita.
"Las autoridades de Camerún deberían cesar inmediatamente de forzar a los civiles a realizar guardias nocturnas y en lugar de ellos deberían proteger a los civiles mediante medios legales", ha reclamado el director para África de HRW, Lewis Mudge.
"Las autoridades camerunesas deberían investigar las supuestas palizas, amenazas y trabajos forzados y los miembros de las fuerzas de seguridad hallados responsables deberían ser llevados ante la justicia", ha reclamado.
Según HRW, el Ejército camerunés comenzó a movilizar por la fuerza a civiles a raíz de un ataque de Boko Haram el pasado 4 de febrero en el que murieron dos civiles, uno de ellos un hombre ciego, y fueron quemadas unas 40 viviendas en Mozogo.
La ONG ha entrevistado entre abril y mayo a 15 personas por teléfono a las que se obligó a hacer guardia durante la noche bajo amenaza. A seis les golpearon por negarse inicialmente a ello. HRW ha intentado obtener una explicación de las autoridades camerunesas sin éxito.
Los civiles obligados a ejercer de vigilantes no recibieron ninguna compensación a cambio y se les puso en peligro ya que no estaban entrenados, estaban desarmados y se les dijo que corrieran para alertar al Ejército si veían que se acercaban los milicianos, según HRW, que ha hecho un recuento de más de 200 ataques y asaltos por parte de Boko Haram desde enero en la región, con al menos 126 muertos.
Una vez apostados los civiles en sus posiciones en torno a Mozogo, los soldados se quedaban normalmente hasta la medianoche y luego les dejaban solos sin ninguna protección ni medio de comunicación. En general, según han contado quienes se vieron obligados a hacerlo, se quedaban ahí entre las 19.00 horas y las 3 o las 4 del día siguiente.