Un hombre uigur en un control de seguridad en Xinjiang
REUTERS / THOMAS PETER
Actualizado: miércoles, 13 diciembre 2017 19:18


MADRID, 13 Dic. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno chino ha puesto en marcha un programa específico para recabar datos biométricos, como ADN, sin consentimiento, sin garantías de confidencialidad y sin que se sepa con qué finalidad, en la región de Xinjiang, donde se concentra la minoría uigur, que es víctima de una creciente represión, según ha denunciado Human Rights Watch (HRW) en un informe publicado este miércoles.

La recogida de datos se lleva a cabo en base a las directrices recogidas en un documento oficial sobre control de población cuya fecha de publicación exacta se desconoce, si bien la prensa estatal anunció en febrero de 2017 que el Gobierno regional había dado su visto bueno.

Las muestras, que incluyen ADN, sangre, huellas dactilares, datos sobre peso, altura, el color de pelo o de ojos y fotografías, se recogen a través de diferentes medios, pero el principal es el programa Revisiones Médicas para Todos, que comenzó en 2016.

Los objetivos declarados del programa son mejorar los servicios de salud y mejorar la prevención y el diagnóstico de enfermedades, así como crear perfiles digitales de los pacientes. Los testimonios divulgados por las autoridades afirman que este programa ha salvado la vida a personas que no sabían que sufrían alguna dolencia concreta.

En el caso de Revisiones Médicas para Todos, no es un programa obligatorio, pero las publicaciones de la prensa oficial indican que "para quienes no quieran participar los agentes deberán esforzarse más en convencerlos", lo que sugiere que en realidad no es algo voluntario.

Además, la 'hoja de ruta' publicada indica que la recopilación de datos biométricos debe ser exhaustiva, es decir, las autoridades xingjianesas deben garantizar que hay información "de cada persona, en cada casa, en cada pueblo" de esta región semiautónoma.

Un uigur que participó en Revisiones Médicas para Todos en 2016 ha contado a HRW que les dijeron que "debían" sumarse, por lo que entendieron que no tenían alternativa porque, de no hacerlo, habrían tenido "un gran problema", habría sido interpretado como "deslealtad".

"Toda esta información se almacena y vincula a un número de identidad nacional" cuya utilidad no está clara. No se sabe a qué organismo público se envía ni con qué finalidad y tampoco hay garantías de confidencialidad en la gestión de los datos.

"Las autoridades de Xinjiang deberían renombrar este programa como Violaciones de la Privacidad para Todos porque el consentimiento informado y la capacidad de elegir no parecen ser parte de este programa", ha criticado Sophie Richardson, directora de HRW para China.

Richardson ha recordado que "la recopilación obligatoria de datos biométricos en masa, entre ellos el ADN, es una grave violación de las normas internacionales de Derechos Humanos". "Es incluso más preocupante si se lleva a cabo subrepticiamente, bajo la excusa de un programa de salud gratuito", ha apostillado.

MINORÍA UIGUR

La ONG ha expresado su preocupación porque, aunque no se trata de una práctica nueva --a nivel nacional ya ha habido iniciativas similares--, supone un paso más en el cerco a los uigures, una minoría étnica de fe musulmana que habita mayoritariamente en Xinjiang y a la que el régimen de Pekín vincula con el terrorismo islamista.

"Los uigures ya han sido objeto de un alto grado de vigilancia, como una mayor presencia de las fuerzas de seguridad, numerosos puestos de control e inspecciones rutinarias en sus dispositivos electrónicos en busca de 'contenido subversivo'", ha recordado Richardson. "En este contexto, la recogida obligatoria de datos tiene un potencial particularmente abusivo y difícilmente justificable", ha considerado.

HRW ha advertido de que, aunque las autoridades chinas "parecen pensar que pueden alcanzar la 'estabilidad social' poniendo a la gente bajo el microscopio", será contraproducente porque "lo más probable es que estos programas abusivos aumentan la hostilidad hacia el Gobierno".

"Pekín debe parar inmediatamente estos programas y destruir todos los datos recogidos sin un verdadero consentimiento informado", ha reclamado Richardson.

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