MADRID, 16 Feb. (EUROPA PRESS) -
Al menos 32 civiles fueron ejecutados por un grupo rebelde en República Centroafricana (RCA) que también capturó a combatientes de otro grupo rebelde tras enfrentamientos registrados en diciembre de 2016 en la provincia de Ouaka, en el sur del país, según ha denunciado Human Rights Watch (HRW).
La Unión por la Paz en Centroáfrica (UPC) ejecutó a 25 personas el 12 de diciembre en Bakala, tras convocarlas a una escuela para una supuesta reunión. Previamente, habían ejecutado a otros siete hombres que regresaban de una mina de oro cercana, según los relatos recabados por HRW de un superviviente y ocho testigos. Al menos otros 29 civiles habían muerto en enfrentamientos en Bakala desde finales de noviembre.
"Estas ejecuciones son descarados crímenes de guerra por parte de los combatientes de la UPC que sienten que son libres de matar a su voluntad", ha denunciado Lewis Mudge, investigador para África de Human Rights Watch. "El grupo está ejecutando sus matanzas sin temor al castigo, pese a la presencia de las fuerzas de paz de la ONU", ha lamentado.
Residentes y autoridades han indicado a HRW que las tensiones entre la UPC y el Frente Popular para el Renacimiento de República Centroafricana (FPRC), otro grupo rebelde integrado principalmente por antiguos combatientes musulmanes de Séléka, ha ido en aumento desde finales del año pasado
La escalada comenzó el 27 de noviembre, cuando la UPC atacó a civiles que sospechaba que formaban parte de una milicia 'anti-balaka' aliada por el FPRC. Este grupo rebelde se ha aliado con sus antiguos enemigos 'anti-balaka' --integrados principalmente por cristianos-- para combatir a la UPC.
Bajo el mando del general Ali Darassa Mahamant, la UPC ha controlado buena parte de la provincia de Ouaka desde 2013. El grupo tiene estrechos lazos con la etnia minoritaria peuhl y a menudo algunos de sus miembros armados luchan con ellos.
El pasado 23 de enero, Darassa dijo a HRW que sus hombres no habían matado a civiles en Bakala o las localidades cercanas. "Los soldados de la UPC no pueden ejecutar a civiles o prisioneros", sostuvo. "Lo que habéis escuchado sobre la UPC son mentiras", añadió, asegurando que tiene pleno control sobre sus hombres.
Según HRW, que cita a un responsable local, los combates en Bakala y los alrededores desplazaron a entre 9.000 y 10.000 personas. Algunas se encuentran en otras localidades y miles están viviendo en la sabana en Ouaka.