Archivo - Bombardeo sobre Chernígov (Ucrania) - Celestino Arce Lavin / Zuma Press / ContactoPhoto
La organización humanitaria también denuncia a las fuerzas ucranianas por arriesgar vidas civiles al usar edificios públicos como bases
MADRID, 10 Jun. (EUROPA PRESS) -
La ONG Human Rights Watch (HRW) ha acusado este viernes a las fuerzas rusas de las muertes de casi un centenar de civiles durante dos semanas de bombardeos ocurridos a principios de marzo en la ciudad ucraniana de Chernígov, y dentro de una campaña de ataques aéreos que supuso una violación flagrante de las leyes de la guerra por emplear la prohibida munición de racimo en al menos una ocasión y por fijar a hospitales entre sus objetivos.
El Ejército ruso comenzó la campaña aérea contra Chernígov el primer día de la invasión de Ucrania, el 24 de febrero, y lanzó el grueso de bombardeos desde el 3 al 17 de marzo, el plazo investigado por Human Rights Watch (HRW). Tras más de un mes de asedio, Rusia comenzó a levantar su cerco el 31 de marzo, cuando el Estado Mayor anunció un giro en las operaciones militares para concentrar su poder ofensivo en el este del país, en lugar de las zonas próximas a la capital, como esta ciudad.
HRW ha recopilado toda la información a su alcance sobre las dos semanas de apogeo de los ataques hasta denunciar un total aproximado de 98 muertos y 123 heridos en ocho bombardeos confirmados a partir de las fuentes a las que ha podido tener acceso: más de una veintena de testigos, responsables locales de emergencia, así como de la Administración Regional de Chernígov y la Fiscalía local --esta última responsable de proporcionar el balance--. HRW también ha tenido acceso a imágenes por satélite de los lugares bombardeados.
La ONG aprovecha para señalar a las fuerzas de defensa ucranianas por haber arriesgado, con bastante probabilidad, las vidas de los civiles en cinco de estos bombardeos, como por ejemplo al poner un puesto de control cerca de un hospital.
"El fracaso de las fuerzas ucranianas a la hora de retirar a los civiles probablemente aumentó el balance de víctimas, pero el atacante debe distinguir entre civiles uy combatientes", ha apuntado el investigador sénior de HRW, Belkis Wille, quien ha insistido en que estos ataques rusos "fueron desproporcionados" y mantiene que Rusia actuó sin respeto por las vidas de los civiles".
El ataque más grave fue el ocurrido el 3 de marzo, cuando un bombardeo de las fuerzas rusas acabó contra un complejo de apartamentos acabó con la vida de 47 civiles, según HRW. Otro ataque el 17 de marzo contra un complejo médico que comprendía dos hospitales mató a 14 civiles y dejó heridos a 21. Este último ataque fue efectuado con munición de racimo, prohibida por las leyes internacionales por su alcance indiscriminado.
"Los ataques rusos contra Chernígov demuestran el impacto devastador que padecen los civiles cuando las fuerzas en conflicto usan armas explosivas de amplio alcance en zonas pobladas, lo que supone el incremento de ataques desproporcionados y probablemente ilegales", ha concluido la ONG.