MADRID, 7 Nov. (EUROPA PRESS) -
La ONG Human Right Watch (HRW) ha acusado este lunes a las fuerzas de seguridad de Uzbekistán de usar injustificadamente fuerza letal para dispersar a manifestantes durante protestas a principios de julio de este año.
Entre las respuestas que habrían dado las fuerzas de seguridad se incluyen el uso inapropiado de armas pequeñas y varios tipos de granadas, así como armas que pueden causar lesiones graves y la muerte cuando se usan de manera imprudente.
Según los datos recabados por la organización, al menos 21 personas murieron, incluidos cuatro agentes del orden, y más de 270 resultaron heridad.
Por este motivo, HRW ha hecho un llamamiento al Gobierno de Uzbekistán para iniciar una "investigación independiente" que incluya la conducta de las fuerzas de seguridad durante las protestas y que revise "urgentemente" el uso de ciertas categorías de granadas.
"Muchas personas murieron y cientos resultaron heridas, algunas con las lesiones más horribles, en Karakalpakstán en julio", ha afirmado la directora para Europa y Asia Central de Human Rights Watch, Hugh Williamson.
"Uzbekistán le debe a las víctimas investigar adecuadamente cómo sucedió esto y hacer que los responsables de violaciones graves rindan cuentas", ha añadido.
A través de un análisis médico independiente de la evidencia visual, la ONG ha identificado siete casos en los que las personas sufrieron, y probablemente murieron a causa de, daños severos en los tejidos que eran muy consistentes con el trauma causado por explosivos.
Por separado, ha analizado dos tipos de granadas proyectadas significativamente más pesadas, algunas de las cuales fueron fabricadas en Bulgaria. Utilizadas durante protestas pueden causar lesiones importantes o incluso la muerte.
"Uzbekistán tiene la obligación de respetar los derechos de expresión y reunión pacíficas, lo que incluye garantizar que sus fuerzas de seguridad estén capacitadas y equipadas para controlar las manifestaciones respetando los derechos. El uso inapropiado de armas pequeñas y granadas viola varias de las obligaciones internacionales de derechos humanos de Uzbekistán", ha subrayado HRW en un comunicado.
Asimismo, ha remachado que "los principios básicos" sobre el uso de la fuerza y de armas de fuego de la ONU establecen que las fuerzas de seguridad deben "aplicar medios no violentos antes de recurrir al uso de la fuerza y de armas de fuego", así como utilizar siempre la fuerza mínima necesaria.
"La respuesta del Gobierno a los eventos de julio es una prueba de si Uzbekistán ha pasado página y realmente tiene la intención de respetar los Derechos Humanos y el Estado de derecho", ha expresado Williamson.
"No debería rehuir llevar ante la justicia al personal de las fuerzas de seguridad responsable de las muertes y lesiones de tantas personas", ha añadido.