HRW afirma que la condena contra Navalni prueba la determinación que tiene Rusia de "decapitar" a la oposición

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MADRID, 4 Ago. (EUROPA PRESS) -

La ONG Human Rights Watch (HRW) ha asegurado este viernes que la condena de 19 años de cárcel contra el opositor ruso Alexei Navalni es una prueba más de la "determinación" que tiene el Kremlin de "decapitar a la oposición rusa".

"La nueva condena totalmente infundada contra Alexei Navalni es un testimonio de la determinación del Kremlin de decapitar a la oposición rusa durante los años venideros", ha sentenciado el director para Europa y Asia Central de HRW, Hugh Williamson.

En este sentido, ha asegurado que Moscú ha abandonado "cualquier pretensión de justicia" contra los disidentes. "Con Navalni han lanzado una letanía de cargos en su contra, cada uno más descaradamente absurdo que el anterior", ha agregado.

La ONG ha criticado que la definición "vaga" de extremismo permite una ventana de discrecionalidad y, con ello, que las autoridades puedan "abusar ampliamente" de estos cargos "como una herramienta para perseguir a activistas".

"Los veredictos contra Navalni y sus afiliados son una parodia de la justicia, y la persecución en curso de otros activistas pacíficos es una vergonzosa muestra de cobardía", ha dicho Williamson, agregando que los presos políticos "deben ser puestos en libertad de manera inmediata e incondicional".

La Justicia rusa ha condenado este viernes a 19 años de prisión por extremismo a Navalni, tal y como ha hecho saber el Tribunal de la Ciudad de Moscú en su dictamen recogido por la agencia rusa TASS. El opositor cumplirá sentencia en "una colonia de régimen especial".

El opositor ruso fue imputado en junio por crear una "comunidad extremista", incitar al extremismo, fundar organizaciones que infringen los derechos de los ciudadanos, financiar el extremismo, llevar a menores a realizar "actos peligrosos" y "rehabilitar el nazismo".

Navalni, crítico con el Kremlin y el presidente ruso, Vladimir Putin, ya cumple una condena de nueve años por delitos de fraude y desacato vinculados a la recaudación de fondos para las actividades del Fondo Anticorrupción (FBK), una organización fundada por él mismo y catalogada de "extremista" por Moscú.