MADRID, 12 Jul. (EUROPA PRESS) -
Amnistía Internacional (AI) y Human Rights Watch (HRW) han advertido este miércoles de que miles de refugiados y migrantes podrían morir en el mar si entra en vigor un Código de Conducta que regule la labor de búsqueda y salvamento que organizaciones no gubernamentales realizan en el mar Mediterráneo.
La semana pasada los ministros de Interior de la Unión Europea instaron a las ONG a coordinar sus acciones de rescate y a mejorar su cooperación con los guardacostas libios e informaron de la elaboración de un Código de Conducta con el que "hacer más funcional la cooperación y coordinarla mejor". Uno de los grandes objetivos de este Código es lograr que las ONG no entren en aguas territoriales libias, algo que hacen "ilegalmente" en la actualidad y provoca "un claro efecto llamada", según defienden fuentes europeas.
Este miércoles la comisión de Libertades Civiles, Justicia e Interior del Parlamento Europeo se reunirá para hacer un intercambio de puntos de vista sobre búsqueda y rescate en el mar Mediterráneo en el que participarán eurodiputados, los servicios de guardacostas italiano, la Agencia Europea de Guardia de Fronteras y Costas (FRONTEX) y las organizaciones no gubernamentales activas en la zona.
La directora de la Oficina de Instituciones Europeas de Amnistía Internacional, Iverna McGowan, ha declarado que "los intentos de restringir las operaciones de búsqueda y de rescate de las ONG ponen en riesgo miles de vidas al limitar el acceso de las embarcaciones de rescate a las peligrosas aguas cercanas a Libia".
Por su parte, la directora para Europa y Asia Central de Human Rights Watch, Judith Sunderland, ha recordado que "las ONG están en el Mediterráneo rescatando a la gente porque la Unión Europea no lo hace". "Dada la magnitud de las tragedias en el mar y los horribles abusos a los que los migrantes y solicitantes de asilo se enfrentan en Libia, la UE debería trabajar con Italia para mejorar la búsqueda y los rescates en las aguas de Libia, no limitarla", ha añadido Sunderland.
Tanto AI como HRW han declarado que cualquier Código de Conducta debería tener el objetivo de hacer que las operaciones de rescate en el mar sean más efectivas para salvar vidas. Ambas ONG consideran que debería acordarse previa consulta con los grupos implicados en la búsqueda y salvamento, y que debería aplicarse a todos los buques que realizan rescates en el Mediterráneo. Además, las organizaciones han denunciado conjuntamente que, con este Código, los estados incumplen las obligaciones establecidas por el Derecho del Mar.
El Código de Conducta prohíbe a las ONG entrar en aguas territoriales libias para emprender rescates o utilizar luces para señalar la ubicación a los buques en riesgo inminente de hundimiento y, además, los obliga a regresar al puerto para desembarcar refugiados y migrantes en lugar de trasladarlos a otros buques en el mar lo que supone que, durante los largos periodos de ausencia mientras se realizan los transportes, muchas personas pueden ahogarse.
La propuesta de crear este reglamento se ha producido después varios llamamientos del Gobierno de Italia para compartir las responsabilidades en materia de rescate y desembarque en el Mediterráneo entre los estados miembros de la UE. Europa, por su parte, ha proporcionado un apoyo insuficiente a Italia y se ha limitado a formar a la Guardia Costera del Ejército de Libia, cuyo comportamiento ha sido descrito como "imprudente y abusivo" por parte de Amnistía Internacional y Human Rights Watch.