MADRID 27 Sep. (EUROPA PRESS) -
Human Rights Watch (HRW) y Amnistía Internacional (AI) han reiterado este martes que el histórico acuerdo de paz que firmaron el lunes el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) debe garantizar la justicia y asegurar que los responsables de los millones de víctimas que ha dejado tras de sí el conflicto pagan por sus crímenes.
Human Rights Watch ha aplaudido el acuerdo, pero ha criticado que el tratado de paz da impunidad a los líderes militares de ambos bandos, que han cometido graves violaciones de Derechos Humanos a lo largo de los 52 años que ha durado el conflicto armado.
Las FARC, ha explicado HRW, han matado y secuestrado a miles de colombianos, a los que luego obligaban a luchar como guerrilleros en contra de su voluntad. Muchos de ellos eran menores y se convirtieron en niños soldado. Por otro lado, miles de jóvenes han sido víctimas de agresiones sexuales por parte de miembros de la FARC.
HRW ha alertado de que los responsables de estos abusos van a quedar impunes bajo los términos del acuerdo, una denuncia de la que se ha hecho eco Amnistía Internacional.
Bajo los términos del acuerdo, los guerrilleros de las FARC que confiesen sus crímenes podrán librarse de ir a la cárcel. Como condena de "buena voluntad", sólo tendrán que trabajar en proyectos de servicio comunitario y sufrirán ciertas restricciones sobre su libertad de movimiento, han señalado.
"Las autoridades deben ahora garantizar que todos los responsables de los horrendos delitos de Derecho Internacional cometidos contra millones de personas a lo largo de más de medio siglo comparecen ante la justicia", ha dicho la directora de AI para las Américas, Erika Guevara-Rosas.
El conflicto ha dejado más de 8 millones de víctimas, en su mayoría desplazados internos. Durante los 52 años que han durado los combates intermitentes entre las FARC y el Ejército colombiano, más de 260.000 personas han perdido la vida.
AI ha condenado que la definición de 'responsabilidad de mando' que se ha establecido en el acuerdo de paz es muy vaga y va a permitir que muchos jefes de guerrilla y altos mandos del Ejército se eximan de su responsabilidad por los casos de violaciones de Derechos Humanos que hayan podido perpetrar sus subordinados.
Por otra parte, ambas ONG han criticado que el acuerdo beneficiará a los responsables de los casos de "falsos positivos". Durante años, cientos de civiles fueron asesinados por las fuerzas de seguridad de Colombia para poder ser registrados como guerrilleros abatidos en combate.
AI ha señalado que, a pesar de la firma del acuerdo, son las comunidades indígenas, afrodescendientes y campesinas las que más han sufrido y continúan sufriendo las consecuencias del conflicto armado y, bajo los términos del tratado, no van a recibir "la reparación que merecen".
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, ha defendido el acuerdo, ya que alega que "una justicia perfecta no permitiría la paz". Según HRW, el acuerdo de paz "nos enseña que el ciclo de violencia y abusos perpetrados por ambas partes continúa, gracias a la certeza de que aquellos responsables nunca serán juzgados por sus crímenes".