MADRID 4 Ago. (EUROPA PRESS) -
Amnistía Internacional (AI) y Human Rights Watch (HRW) han exigido este martes a las autoridades marroquíes que retiren los obstáculos burocráticos que impiden al periodista marroquí Alí Lmrabet publicar su nueva revista.
Lmrabet, que fue inhabilitado en 2005 por las autoridades marroquíes para el ejercicio de la profesión periodística durante una década, mantuvo hasta esta semana una huelga de hambre frente a la sede del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra en protesta por la negativa de Marruecos a facilitarle la documentación para reabrir una de sus publicaciones clausuradas y lanzar una nueva revista. La pasada semana, el Gobierno marroquí se comprometió a concederle un pasaporte y permiso de residencia.
"El Ministerio del Interior marroquí asegura que Lmrabet podrá obtener sus documentos siguiendo los procedimientos normales (...) así que vamos a tomarles la palabra, pese a que Lmrabet ha estado encarcelado y censurado por sus publicaciones", ha asegurado la directora de HRW en el norte de África, Sarah Leah Whitson.
"Ha aceptado probar las buenas intenciones de las autoridades marroquíes y residirá durante tres meses en Tetuán", ha explicado el vicedirector de AI en la región, Said Boumedouha. "Si las autoridades le permiten registrar su publicación y publicar sus opiniones e informaciones libremente va a marcar el estado de la libertad de expresión en Marruecos en 2015", ha añadido.
Las leyes de prensa de Marruecos no requieren una autorización previa para el lanzamiento de una nueva publicación, aunque oficiosamente se exige residir en el país y facilitar a las autoridades ciertos datos de la publicación, como la dirección de la vivienda del director y los editores.
El reportero ha dividido su tiempo entre Tetuán y España desde que en 2005 un tribunal marroquí le inhabilitara para la práctica del periodismo, a raíz de un artículo que escribió sobre el conflicto en Sáhara Occidental. Lmrabet ha asegurado que continuará el proceso para solicitar las documentación necesaria, aunque ha insistido en que las autoridades expidieron una certificado de residencia que le fue posteriormente retirado.