MADRID, 31 Mar. (EUROPA PRESS) -
La ONG Human Rights Watch (HRW) ha alertado de los peligros a los que hace frente la población rohingya en India, entre los que destaca el retorno forzado a Birmania pese a estar prohibido por el Derecho Internacional.
HRW ha incidido en que los acuerdos internacionales impiden la devolución forzada de refugiados a sus lugares de origen, donde su vida o libertad están bajo amenaza. En este sentido, la organización ha afeado un nuevo retorno a Birmania, esta vez de una mujer rohingya ejecutado la pasada semana.
"El Gobierno indio no gana nada devolviendo por la fuerza a una mujer rohinya a Birmania, mientras la separan de sus hijos y la ponen en grave riesgo", ha lamentado el director de HRW para el sur, Meenakshi Ganguly.
En este punto, Ganguly ha acusado a las autoridades indias de tener "un cruel desprecio por la vida humana y el Derecho Internacional" debido a su decisión de expulsar a estos refugiados aún conociendo que sus vidas están en peligro en Birmania.
Desde octubre de 2018, el Gobierno indio ha deportado a doce rohingya a Birmania, alegando que se fueron voluntariamente. Sin embargo, las autoridades han negado las repetidas solicitudes de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) para acceder a ellos para evaluar de forma independiente si la decisión era voluntaria
Junto a este peligro, los musulmanes rohingyas en India también se enfrentan a detenciones arbitrarias o ataques violentos "a menudo incitados por líderes políticos". Según ACNUR, más de 240 rohingyas están detenidos en diferentes ciudades indias por cargos de entrada ilegal en el país.
HRW ha apuntado que la violencia contra este grupo étnico ha aumentado en los últimos tiempos, más aún teniendo en cuenta una campaña 'anti-rohingya' impulsada por grupos ultranacionalistas hindúes que acusan a esta población musulmana de ser "terrorista".
Estas campañas han incitado la violencia e incluso se han llegado a registrar incendios provocados en hogares de ciudadanos rohingya en Jammu y en Delhi. De hecho, HRW ha recordado que tras un grave incendio en Delhi en 2018, un líder de la sección juvenil del partido gobernante aplaudió el ataque. "Bien hecho por nuestros héroes. Sí, quemamos las casas de terroristas rohingyas".
"Las autoridades indias están adoptando cada vez más políticas discriminatorias contra las minorías religiosas, especialmente los musulmanes, y su política hacia los rohingya parece reflejar ese fanatismo", ha zanjado Ganguly, quien ha instado a las autoridades de India a no permitir que "las creencias religiosas dicten quién merece protección".
Los rohingya son una minoría étnica de fe musulmana que se concentra en el estado birmano Rajine. Birmania les considera descendientes de inmigrantes ilegales procedentes de Bangladesh y no les reconoce como ciudadanos, privándoles con ello de derechos básicos.