MADRID, 23 May. (EUROPA PRESS) -
La ONG Human Rights Watch (HRW) ha condenado este lunes varios atentados terroristas dirigidos a una estación de autobús y a un hospital que han dejado unos 150 muertos en zonas controladas por el Gobierno en Siria.
La organización terrorista Estado Islámico ha reivindicado la autoría de los atentados en la provincia de Latakia a través de su agencia oficial, Amaq. Por otro lado, la agencia de noticias siria, SANA, ha informado de que los ataques se han cobrado 78 vidas, 45 en la ciudad de Jableh y 33 en la ciudad de Tartous, mientras que el Observatiorio Sirio para los Derechos Humanos eleva la cifra de fallecidos a 148.
"El ataque a la estación de autobús y al hospital demuestran el poco aprecio que los terroristas tienen hacia la vida de los civiles", ha declarado Nadim Houry, director de Human Rights Watch en Oriente Próximo. "Visto lo cual, es más importante que nunca proteger la vida de los civiles en Siria sin importar a quién apoyan, dónde viven o qué religión profesan", ha añadido.
La agencia SANA informó de que dos terroristas suicidas usando chalecos con explosivos atacaron la entrada de la estación de autobús de Jablé, otro suicida detonó sus explosivos en la entrada del Hospital Nacional de Jablé y un coche bomba explotó en la estación de Tartús mientras que otro terrorista se inmoló desde dentro de la estación. El Obervatorio Sirio ha declarado que el segundo ataque en la estación de Tartús ocurrió cuando la gente se congregaba para ayudar tras el primer ataque.
Humans Rights Watch ya había documentado previamente varios ataques llevados a cabo por el Estado Islámico y dirigidos a población civil, algo completamente ilegal en cuanto al Derecho Internacional y contrario a los Derechos Humanos. "Creemos que es imposible influir en el comportamiento criminal del Estado Islámico, pero lo que sí podemos pedir es que los actores internacionales hagan algo al respecto para que dejen de morir civiles más allá de simplemente condenar los ataques", ha declarado Houry.