HRW critica a la coalición internacional por no investigar sus "bombardeos aparentemente ilegales" en Yemen

Zona bombardeada en Saná por la coalición
KHALED ABDULLAH ALI AL MAHDI
Actualizado: viernes, 27 noviembre 2015 7:23


MADRID, 27 Nov. (EUROPA PRESS) -

La organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW) ha afirmado este viernes que la coalición internacional que encabeza Arabia Saudí en Yemen no ha investigado sus "bombardeos aparentemente ilegales", que han matado a cientos de civiles.

En su informe '¿Qué objetivo militar era la casa de mi hermano? Bombardeos ilegales de la coalición en Yemen', la ONG analiza diez ataques perpetrados por la coalición que masacraron a 309 civiles e hirieron a otros 414 entre abril y agosto de 2015.

Naciones Unidas ha apuntado que la mayoría de las 2.600 muertes de civiles desde el inicio de las operaciones de la coalición han sido provocados por bombardeos de esta última.

"La falta de voluntad de la coalición para llevar a cabo siquiera una investigación de los numerosos bombardeos potencialmente ilegales es lamentable", ha dicho el subdirector de HRW para Oriente Próximo, Joe Stork.

"Si bien la coalición puede tener armas sofisticadas y el apoyo de Estados Unidos --que entrega información de Inteligencia y apoyo logístico--, su compromiso con las leyes de la guerra es rudimentario, en el mejor de los casos", ha valorado.

La ONG ha asegurado haber llevado a cabo investigaciones en las provincias de Ibb, Amran, Haya, Hodaida, Taiz, y la capital, Saná, y entrevistado a víctimas, testigos y personal médico.

Así, ha detallado que los bombardeos alcanzaron casas, mercados, una fábrica y una prisión civil. En todos esos casos, se ha descartado que hubiera un objetivo militar que justificara dichos ataques, tal y como ha subrayado HRW. La organización ha recopilado además los nombres los 309 civiles muertos --199 hombres, 43 mujeres y 67 niños--.

"Cuando llegué a casa, había aún polvo en el aire y todo estaba cubierto con una capa de ceniza negra", ha afirmado Muhamad Salé al Qihwi, cuya vivienda fue destruida en abril en un bombardeo en la localidad de Amran.

"La cabeza de Asma estaba abierta, y le sangraba una pierna. Su hija de dos años, Hyam, estaba sobre su hombro, con la cabeza reventada. Su otra hija, Hasna, de siete años, gritaba 'padre'", ha relatado.

"Su pelo y su piel estaban cubiertos de ceniza, y había sufrido quemaduras graves. Su padre, mi hermano Muhamad, estaba dormido en el momento del bombardeo, y el techo le cayó encima. Cuando le saqué, le corría un reguero de sangre por la oreja. Estaba muerto", ha remachado.

HRW ha expresado además su preocupación por el uso por parte de la coalición de armas explosivas en zonas pobladas, recalcando que un arma que afecta un radio de decenas o cientos de metros desde su impacto provocará víctimas civiles con casi total probabilidad.

"El Consejo de Seguridad y el Consejo por los Derechos Humanos han permanecido sin hacer nada mientras las bombas de la coalición matan a civiles", ha criticado Stork. "Deben ordenar las investigaciones que las partes responsables de estos ataques aparantemente ilegales se están negando a realizar", ha apostillado.

LA INTERVENCIÓN MILITAR

Arabia Saudí ha asumido el liderazgo de la ofensiva aérea con la que, junto a otros nueve países árabes de la región, tiene como intención declarada "repeler a las milicias huthis, Al Qaeda y el Estado Islámico" en Yemen.

Las monarquías del Golfo Pérsico temen que la influencia de Irán en la región se extienda con el ascenso de los huthis al poder, en medio de la inestabilidad generada por el conflicto iraquí y la guerra civil en Siria.

Hadi había apelado directamente al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en una carta para que autorizara una intervención militar para frenar "la agresión de los huthis" contra su Gobierno.

La crisis política en Yemen, fruto de las disputas intestinas no resueltas con la caída del Gobierno de Alí Abdulá Salé, en 2011, se agravó el pasado mes de septiembre con la irrupción en Saná de los rebeldes chiíes.

Los huthis, que históricamente han reivindicado mayor autonomía para el norte de Yemen, llevaron a Hadi y su Gobierno a dimitir en bloque el pasado mes de enero, evidenciando así la pugna por el control de un país al borde de la guerra civil.

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