MADRID, 20 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los milicianos del grupo terrorista Estado Islámico han detenido de forma arbitraria, maltratado, torturado y obligado a casarse a mujeres y niñas suníes en las zonas bajo su control en Irak, según ha denunciado este lunes Human Rights Watch (HRW), que ha documentado por primera vez este tipo de abusos contra este grupo de población.
"Poco se sabe de los abusos sexuales contra mujeres suníes que viven bajo el régimen de Estado Islámico", ha subrayado la subdirectora de HRW para Oriente Próximo, Lama Fakih. "Esperamos que la comunidad internacional y las autoridades locales hagan todo lo que puedan para dar a este grupo de víctimas el apoyo que necesitan", ha añadido.
La ONG ha entrevistado a seis mujeres en Kirkuk que habían escapado de la ciudad de Hawiya, 125 kilómetros al sur de Mosul y todavía bajo control de Estado Islámico, después de haber documentado ampliamente este tipo de abusos por los yihadistas contra las mujeres yazidíes.
Una de las mujeres ha contado que su primo, miembro de Estado Islámico, le obligó a casarse con él y luego la violó, mientras que otra que intentó huir con sus hijos fue apresada junto con otras 50 mujeres y sometida a violaciones diarias delante de sus hijos durante un mes.
HRW también ha hablado con organizaciones humanitarias internacionales que trabajan en la zona, las cuales han indicado que es difícil evaluar la prevalencia de la violencia de género contra las mujeres que han huido de las zonas bajo control de Estado Islámico ya que en muchos casos ellas y sus familias guardan silencio por temor a ser estigmatizadas o perjudicar su reputación.
Una cooperante ha dicho haber visto algunos casos de matrimonios forzados y violación, si bien sospecha que habría más mujeres afectadas pero que no han querido dar el paso de contar lo sucedido, entre otras cosas por el estigma al que se enfrentarían ellas o su hijos fruto de una violación.
Otro cooperante ha señalado a HRW que su organización ha documentado los casos de al menos 50 mujeres y niñas que habían sufrido violencia psicológica y física a manos de Estado Islámico en los tres campos para desplazados en los que trabajan.
Los trabajadores humanitarios consultados por HRW consideran que no se está haciendo lo suficiente para afrontar el estigma en torno a la violencia sexual y no hay personal ni servicios psicológicos y de salud mental suficientes para atender a las víctimas.
"Las víctimas de la violencia basada en el género sufren las consecuencias de su abuso mucho después de que han conseguido escapar", ha lamentado Fakih. "Su atención y rehabilitación requiere una respuesta multifacética en la que las autoridades ofrezcan el apoyo médico y psicosocial necesario y trabajen para acabar con el estima en torno a la violencia sexual dentro de la comunidad", ha remachado.