MADRID 14 Dic. (EUROPA PRESS) -
Human Rights Watch (HRW) ha denunciado casos generalizados de abusos sexuales durante las elecciones de Kenia del pasado mes de agosto, por lo que ha pedido que el Gobierno del país tome medidas de urgencia para proteger a las víctimas.
En un informe, HRW ha alertado de que las autoridades han fracasado en su responsabilidad de impedir que se produzcan episodios de violencia sexual durante el período electoral, así como a la hora de investigar adecuadamente los casos y de proporcionar a las víctimas una asistencia postraumática completa y de calidad.
Del mismo modo, ha advertido de los efectos devastadores que estas violaciones generalizadas podrían haber supuesto a nivel físico, mental, social y económico, lo que implicaría un incumplimiento grave de los Derechos Humanos, de acuerdo con HRW.
Las mujeres y niñas interrogadas han descrito agresiones sexuales colectivas de una gran brutalidad en las que fueron violadas por vía anal y vaginal, con ayuda de objetos e incluso introduciendo tierra en sus partes íntimas. Muchas de estas agresiones se produjeron, según las víctimas, en presencia de miembros de su familia.
Han asegurado, además, que la mayor parte de los violadores eran policías u hombres uniformados y portadores de armas de fuego, porras, cartuchos de gases lacrimógenos y látigos, así como de equipamientos antidisturbio.
"Me siento inútil. No hablo con nadie. Estoy triste. Tengo la impresión de haber tocado fondo. Sueño con matarme", ha declarado una mujer de 27 años a la que HRW ha interrogado.
Por su parte, otras víctimas han asegurado sufrir secuelas físicas que les impiden ocuparse de sus familias o trabajar. Las más jóvenes han declarado que, tras las agresiones, han sufrido insomnio, ansiedad y apatía.
De acuerdo con HRW, la mayor parte de éstas no ha recibido ningún tratamiento médico o psicológico ni siquiera medicamentos para prevenir un posible contagio del VIH y de otras enfermedades de transmisión sexual. Incluso aquellas que han recibido tratamiento han manifestado que éste era incompleto.
IMPUNIDAD DE LOS AGRESORES
A esta situación se le añade la impunidad de los agresores. "Casi todas las mujeres con las que hemos hablado (...) se lamentaban de que nunca se llevara a sus agresores a rendir cuentas", ha dicho la investigadora de la división de los derechos de la mujer de Human Rights Watch, Agnes Odhiambo. Debido a esto, la mayoría de víctimas no se atreve a denunciar las agresiones.
De hecho, muchas de ellas han indicado que las autoridades no han querido registrar sus denuncias e incluso se han atrevido a insultarlas o ridiculizarlas. Una mujer, que ha afirmado haber sido violada en presencia de policías, ha mencionado que le hicieron preguntas tales como "¿Cómo sabe usted que se trataba de policías?" o "Si usted ha sido violada, habría ido primeramente al hospital, ¿dónde están las pruebas? ¿cómo podemos creerla?". Además, le indicaron que debería haber sentido placer con las violaciones.
Esta situación no es nueva en Kenia, ya que se produjeron numerosos casos de violaciones por parte de las fuerzas de seguridad a raíz de la crisis política de 2007-2008, ante lo cual el Gobierno keniata también actuó de manera negligente, según HRW.
La falta de asistencia médica, la prevalencia de la impunidad y la falta de voluntad por parte de las autoridades ha impedido que las víctimas de entonces, al igual que las de hoy, presenten denuncias.
"En lugar de minimizar las violencias sexuales producidas en el marco de las elecciones, el Gobierno keniata debería asegurarse de que todas las víctimas reciban cuidados medicos apropiados y que se les haga justicia", ha indicado Agnes Odhiambo.