MADRID 15 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Turquía ha silenciado a todos los medios de comunicación independientes para prevenir las críticas contra las medidas puestas en marcha por las autoridades en el marco del estado de emergencia decretado tras el intento de golpe de Estado del 15 de julio, según ha denunciado la ONG Human Rights Watch (HRW), que ha alertado de que el asalto a la libertad de expresión ya se había iniciado en 2014.
En su informe 'Silenciando los medios de Turquía: El profundo asalto a los medios críticos por parte del Gobierno', la organización ha indicado que las autoridades han utilizado el sistema judicial para perseguir a los periodistas tras acusarlos principalmente de terrorismo.
Según HRW, que ha informado de que el Gobierno ha interferido en la independencia editorial de numerosos medios de comunicación, las fuerzas de seguridad han atacado a los trabajadores del sector, tanto física como verbalmente.
"El Gobierno turco y el presidente han hecho todo lo posible por silenciar a los medios en el país para evitar el escrutinio público", ha manifestado el director de la ONG en Europa y Asia Central, Hugh Williamson.
"Encarcelar a 148 periodistas y trabajadores del sector y cerrar 169 medios muestra que el Gobierno está socavando deliberadamente los Derechos Humanos y los principios básicos de la democracia", ha añadido.
HRW ha alertado de que las fuerzas de seguridad del país han puesto en marcha una serie de operaciones no únicamente contra aquellos medios vinculados al movimiento Hizmet (Servicio) del influyente clérigo Fetulá Gulen, sino también contra voces disidentes de periódicos como el 'Cumhuriyet' y varios medios kurdos.
Algunos de los entrevistados por la ONG para realizar el informe fueron luego detenidos o se vieron forzados a abandonar el país. Entre ellos se encuentran el columnista Kadri Gursel y Hanim Busra Erdal, un reportero que trabajaba para 'Zaman'.
"Antes los periodistas eran asesinados en Turquía", ha aseverado HRW. "Este Gobierno está matando el periodismo en su totalidad", ha añadido. Durante el último año, los ataques contra los periodistas no se han producido únicamente en el sureste del país, epicentro del conflicto kurdo, sino que se han extendido a otras partes del país.
La salida del país del director del Cumhuriyet, Can Dundar, el asalto al periodista de la cadena de televisión CNNTurk Ahmet Hakan y los ataques contra 'Hurriyet' han provocado que el sector se muestre completamente escéptico en relación al sistema judicial turco.
En 2015, el Gobierno dispuso al frente de los medios estatales a personas previamente aprobadas por las autoridades, según ha informado HRW, que ha indicado que esto supone una violación del derecho a la propiedad privada y una forma de censurar deliberadamente los contenidos de los medios.
La organización ha instado a las autoridades a detener los arrestos de periodistas y asegurar que se llevan a cabo investigaciones pertinentes sobre los ataques. La comunidad internacional, así como la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) y el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, deben presionar al Gobierno turco para que se respete la libertad de expresión, según HRW.
"Los medios independientes y libres contribuyen al pluralismo, necesario para el debate político. Además, sirven como mirada crítica hacia actores estatales y aquellos elementos unidos a estos", ha indicado Williamson. "La erosión de los medios llevada a cabo por el Gobierno turco está dañando Turquía y su democracia, así como su reputación a nivel internacional", ha añadido.