MADRID 5 Sep. (EUROPA PRESS) -
La organización humanitaria Human Rights Watch ha advertido del grave aumento de crímenes de odio que se ha producido en Reino Unido tras el 'Brexit' y ha hecho un llamamiento a las autoridades británicas para que rechacen este tipo de comportamientos y apoyen a los extranjeros que ya residen en Reino Unido.
La semana pasada, Arkadiusz Jozwik, un hombre polaco de 40 años, fue atacado a la salida de un pub y murió a raíz de los golpes que recibió en la cabeza. La Policía de Essex, la localidad británica donde Jozwik residía desde hacía más de cuatro años, está investigando su muerte como un posible crimen de odio por causas racistas.
De acuerdo con HRW, el asesinato de Jozwik forma parte de toda una cadena de incidentes y abusos cometidos contra extranjeros residentes en Reino Unido a raíz del resultado del referéndum del pasado 23 de junio, en el que la mayoría de los británicos votaron a favor de dejar la Unión Europea.
Según datos del Consejo Nacional de Jefes de Policía de Reino Unido, durante las cuatro semanas posteriores al 'Brexit' se registraron más de 6.000 denuncias por incidentes dirigidos contra extranjeros, lo que supone un aumento de más del 40 por ciento en comparación con el mismo periodo de 2015.
La mayor parte de estos ataques son agresiones verbales. No obstante, también se ha producido un alarmante aumento de las agresiones físicas y abusos más graves, como el que sufrió una familia polaca en Plymouth, cuya casa fue incendiada.
Amenazas, excrementos introducidos en buzones, insultos por la calle y pintadas en las viviendas de familias extranjeras son sólo algunos de los ejemplos que ha utilizado HRW para ilustrar la difícil situación por la que están pasando miles de inmigrantes en Reino Unido a raíz del aumento de la xenofobia en el país. La Policía británica destaca que son las familias musulmanas y las que proceden del este de Europa las que más están sufriendo crímenes de odio.
RETÓRICA QUE GENERA DIVISIÓN
De acuerdo con un informe realizado por el Comité de Naciones Unidas para la Eliminación de la Discriminación Racial, la campaña por el 'Brexit' estuvo marcada por "una retórica anti-inmigrantes, xenófoba y que generaba división". Para Naciones Unidas algunos de los políticos que participaron en la campaña han ayudado a crear una atmósfera de odio, ya que utilizaron "prejuicios que han animado a muchos individuos a perpetrar actos de intimidación y odio".
Las autoridades británicas ya han comenzado a hacerse cargo de este grave problema. El pasado mes de julio, el Gobierno de Reino Unido presentó un plan nacional contra los crímenes de odio y los jefes de Policía británicos han declarado en numerosas ocasiones que no tolerarán ningún tipo de ataques racistas.
No obstante, HRW ha señalado que para acabar con este tipo de incidentes es necesaria una respuesta "más global". A pesar de sus medidas para acabar con los ataques xenófobos, el Gobierno británico sigue sin informar a los residentes de otros países europeos sobre cuál será su futuro cuando el país salga de la UE. HRW ha alegado que esto reafirma la postura de muchos xenófobos, que creen que el 'Brexit' es sinónimo de expulsar a todos los inmigrantes del país.