MADRID, 24 Ene. (EUROPA PRESS) -
Al menos tres personas murieron y cuatro resultaron heridas como consecuencia de dos bombardeos contra dos campos de refugiados de la guerra civil en la localidad libia de Bengazi, según informaron testigos de los incidentes a la ONG Human Rights Watch (HRW), que ha recordado que no hay presencia armada en esos lugares y que los ataques son una violación flagrante del Derecho Internacional Humanitario.
HRW desconoce quién efectuó el ataque, algo muy difícil de saber en una zona donde combaten fuerzas de la campaña militar Karama, que cuenta con el apoyo del Gobierno de Tobruk, así como integrantes del Consejo de la Shura del Gobierno alternativo de Bengazi, milicias islamistas, y Estado Islámico.
"El lanzamiento de cohetes contra campamentos de personas sin presencia militar demuestra una absoluta falta de respeto a las vidas civiles", ha denunciado el director adjunto de HRW para Oriente Medio, Joe Stork, quien ha exigido a las partes enfrentadas que "hagan todo lo posible para proteger a los civiles y garantizar su seguridad".
El ataque más grave -- y donde se registraron todas las víctimas -- fue en el llamado Campamento de Deportes o Campamento de la Media Luna Roja, donde impactaron tres cohetes. Uno de los fallecidos es un niño. Otro cohete tuvo lugar en el cercano campamento de Istiyaba, y solo causó daños materiales. Ambos ataques sucedieron el pasado 9 de enero, entre las 16.30 y las 17.00.
Uno de los testigos indicó que los cohetes parecían proceder de la zona de Al Qwarsha, bajo control islamista, pero no hay manera de verificar la información. El Consejo Muncipal de Bengazi acusó de los ataques a "fuerzas terroristas", sin dar más detalles.
En cualquier caso, HRW recuerda a todas las partes del conflicto que están obligadas a cumplir con las leyes de la guerra. Quienes cometan, ordenen, ayuden o tengan responsabilidad alguna sobre crímenes de guerra, recuerda la organización, pueden ser imputados por tribunales nacionales o por el Tribunal Penal Internacional.