Lamenta que no haya un sistema ordenado que preste más atención a los más vulnerables
MADRID, 12 Oct. (EUROPA PRESS) -
La pobre organización y la falta de personal está creando el caos y la inseguridad en un centro de registro de solicitantes de asilo e inmigrantes junto a un campamento informal en la isla griega de Lesbos, ha denunciado este lunes Human Rights Watch, que realizó una visita al mismo la semana pasada.
Personal de la ONG pudo constatar que niños pequeños, mujeres embazadas y discapacitados o enfermos a menudo no son identificados como grupos vulnerables ni se les garantiza que puedan registrarse y conseguir acceso adecuado a servicios básicos como alimentos y atención sanitaria.
"Tras meses con un gran número de personas llegando a Lesbos, las autoridades no tienen un sistema efectivo para registrar a la gente para que puedan continuar su viaje", ha lamentado la especialista en Grecia de HRW, Eva Cossé.
"Esto está provocando problemas de seguridad innecesarios para la Policía y privación para solicitantes de asilo e inmigrantes, especialmente para mujeres y niños y personas discapacitadas, que no pueden abrirse camino para llegar a la fila de registro", ha explicado en un comunicado.
Según explica HRW, el registro es un procedimiento administrativo de la Policía separado de la solicitud de asilo, que casi nadie solicita en Lesbos, aunque está permitido. Independientemente de la nacionalidad, la mayoría continúa su viaje hacia otros países europeos.
FALTA DE INFORMACIÓN E INTÉRPRETES
El personal de HRW fue testigo de la confusión y la tensión imperante en el centro de registro de Moria, principalmente por el gran número de personas y la falta de información e intérpretes. La información se transmite principalmente por el boca a boca y los cambios repetidos en los procedimientos incrementan la incertidumbre.
Aunque las autoridades han dicho que se da prioridad a los más vulnerables, lo cierto es que, según HRW, la gente no parece saberlo y la Policía tampoco parece hacer esfuerzos para identificar estos grupos.
Las condiciones en el improvisado campamento son también "pésimas", según la organización, pese a los esfuerzos de ACNUR y otras organizaciones humanitarias de ofrecer cobijo. Las condiciones higiénicas son malas y muchas personas duermen a la intemperie, en medio de la basura y con poco más que una manta, ha lamentado.
Asimismo, no hay separación entre mujeres y niños de hombres que no son parientes, lo que genera el temor por el riesgo de acoso sexual y violencia, sin que además exista un mecanismo para denunciar este tipo de casos.
"Es horrible ver a niños con problemas médicos y discapacidades tumbados en la suciedad mientras las moscas les revolotean junto a los ojos", ha lamentado Cossé. "Las autoridades deberían coordinar con los grupos humanitarios para garantizar que las personas con necesidades particulares son identificados rápidamente y se les garantiza acceso al proceso de registro y acceso sin trabas a médicos", ha defendido.
HRW ha reclamado a las autoridades griegas que adopten medidas especiales para proteger a mujeres y niños, además de identificar a las personas más vulnerables. En este sentido, ha propuesto entre otras cosas incrementar el personal, que este visite regularmente el campamento y utilizar un sistema de megáfonos para informar.
"Es una situación complicada para todos en el campamento de Moria y no hay soluciones perfectas", ha reconocido Cossé. "Pero las autoridades deberían hacer mucho más para garantizar la seguridad y los derechos básicos de las miles de personas que están allí, sin olvidar que algunas de ellas necesitan atención especial", ha incidido.