MADRID, 12 Abr. (EUROPA PRESS) -
Civiles sirios siguen siendo víctimas de ataques indiscriminados por parte de las fuerzas enfrentadas en el conflicto en Siria pese al acuerdo de cese de hostilidades en vigor desde el pasado 27 de febrero, según ha denunciado este martes Human Rights Watch (HRW).
"Un descenso en el número de víctimas ha supuesto un muy necesario respiro para los sirios, pero muchos civiles siguen muriendo en ataques ilegales", ha subrayado el subdirector para Oriente Próximo de HRW, Nadim Houry.
"Los países clave que están impulsando las negociaciones en Siria, principalmente Estados Unidos y Rusia, tienen que presionar a las partes enfrentadas en Siria para que pongan fin a los ataques ilegales", ha añadido.
En opinión de HRW, Estados Unidos y Rusia, como copresidentes del Grupo de Trabajo sobre el Alto el Fuego en Siria establecido en febrero para observar los ataques indiscriminados, deberían adoptar medidas más contundentes para disuadir de que se cometan más ataques de este tipo o se usen armas con efectos indiscriminados.
En este sentido, la organización considera que este grupo de trabajo debería reforzar su mecanismo para informar de las violaciones del alto el fuego, en especialmente en lo relativo a los ataques que matan a civiles e informar públicamente sobre las violaciones de las leyes de la guerra, así como adoptar medidas que sancionen y disuadan de tales violaciones.
"Ante la reanudación de los enfrentamientos en zonas de Siria, los apoyos clave de las negociaciones deberían garantizar que la protección de los civiles sigue siendo una prioridad clave, reforzando el mecanismo de observación y enviando una señal fuerte a cualquiera de las partes en liza que siga atacando a civiles o usando ataques indiscriminados", ha reclamado Houry.
ATAQUES
HRW ha denunciado en particular dos ataques ocurridos el 31 de marzo y el 5 de abril. El primero fue el bombardeo aéreo por parte del Gobierno sirio de la localidad de Deir al Assafir, en el que murieron al menos 31 civiles, incluidas nueve mujeres y doce niños, de acuerdo con la información de activistas locales y miembros de los equipos de rescate.
Tres testigos han asegurado a la ONG que no había ningún objetivo militar en la zona. En dicho bombardeo resultaron alcanzados una escuela y un hospital y en las imágenes del ataque se aprecia, entre otros, a niños con sus uniformes escolares huyendo.
El segundo ataque se produjo en el barrio de Sheij Maqsud, en Alepo, donde grupos rebeldes dispararon morteros y cohetes de fabricación local y otro tipo de artillería. Dicho barrio está bajo control de las Unidades de Protección Popular, las milicias kurdas sirias, y en el ataque murieron al menos 18 civiles, incluidos siete niños y cinco mujeres, mientras que otros 68 resultaron heridos, según el consejo local.