La ONG denuncia que ocho niños murieron en ataques de las fuerzas sirias y rusas entre octubre y noviembre
MADRID, 11 Ene. (EUROPA PRESS) -
Human Rights Watch ha acusado este jueves a las fuerzas sirias y rusas de matar a varios niños y de haber destruido al menos cuatro escuelas en el enclave rebelde de Ghuta Oriental, próximo a Damasco y asediado por el régimen, denunciando que para ambos gobiernos estos menores parecen ser "de usar y tirar".
Según HRW, ataques obra de las fuerzas sirias y rusas se cobraron la vida de ocho niños y destruyeron cuatro escuelas entre finales de octubre y principios de noviembre pasado en Ghuta Oriental, lo que provocó el cierre de los centros educativos, privando a muchos menores de la zona de su acceso a la educación.
La impunidad ante los ataques ilegales y el "mortal asedio" de Ghuta Oriental por parte de las fuerzas de Bashar al Assad "significan que los niños de este enclave están en grave peligro", ha advertido la organización, recordando que el Gobierno y sus milicias aliadas figuran en la "lista de la vergüenza" de Naciones Unidas de los responsables de graves violaciones de los derechos de los niños en conflicto armado.
"Las fuerzas sirias y rusas parecen ver las vidas de los niños en Ghuta Oriental totalmente como de usar y tirar", ha denunciado el investigador sobre los derechos de la infancia en HRW, Bill Van Esveld.
"El Consejo de Seguridad de la ONU debería reclamar el fin inmediato de los ataques ilegales, en particular los que matan a niños y destruyen escuelas, bajo la amenaza de sanciones contra los responsables de los mismos", ha añadido.
La ONG ha explicado en un comunicado que habló con nueve testigos en noviembre y revisó fotos, vídeos e informes por parte de medios y organizaciones de Derechos Humanos sirias de los ataques contra las escuelas y llegó a la conclusión de que "aparentemente los ataques fueron indiscriminados, lo que viola las leyes de la guerra".
Según HRW, el Centro de Documentación de Violaciones, una ONG siria, las fuerzas sirias y sus aliados mataron a 45 niños y 30 niñas en Ghuta Oriental entre el 1 de noviembre y el 3 de enero. Este miércoles, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Raad al Husein, denunció que 85 civiles han muerto en el enclave desde el 31 de diciembre, entre ellos 21 mujeres y 30 niños.
400.000 PERSONAS BAJO ASEDIO
Las fuerzas gubernamentales mantienen asediada Ghuta Oriental, donde viven unas 400.000 personas, desde 2013. El pasado octubre, el Gobierno restringió el único punto de entrada para bienes comerciales, exacerbando la escasez de alimentos y suministros médicos.
Al menos tres niños murieron en noviembre después de que las autoridades sirias no permitieran su evacuación urgente para recibir tratamiento médico, ha recordado HRW. En diciembre, UNICEF informó de que había 137 niños que necesitaban evacuación médica urgente, pero solo 17 menores y 12 adultos fueron evacuados entre el 27 y el 29 de diciembre en una misión realizada por la Media Luna Roja Siria y el Comité Internacional de la Cruz Roja.
"En 2017, un proyectil de mortero hizo saltar por los aires las piernas de un niño en la puerta de su escuela, un avión de combate redujo a escombros una guardería y niños murieron por enfermedades que podrían haber sido tratadas a tan solo unos kilómetros de distancia", ha lamentado Van Esveld. "El sufrimiento de los niños en Ghuta Oriental debería golpear la conciencia, pero no cesa en 2018 ya que Rusia y Siria persiste en sus ataques ilegales", ha denunciado.