HRW RECLAMA "EDUCACIÓN DE CALIDAD" PARA LOS NIÑOS REFUGIADOS
BEIRUT, 14 Sep. (EUROPA PRESS) -
Human Rights Watch (HRW) ha denunciado este jueves que los millones de dólares que se habían destinado como presupuesto humanitario para la ayuda a escuelas de refugiados sirios siguen sin llegar a su destino y, que en caso de llegar, llegan demasiado tarde.
"Contar con una mayor transparencia en la financiación ayudaría a revelar las necesidades que no están siendo atendidas y, por tanto, se podrían atender y escolarizar a los niños", ha asegurado Simon Rau, investigador financiero y colaborador con HRW.
La organización ha presentado esta denuncia en su informe 'Siguiendo el dinero: falta de transparencia de los donantes en la financiación para la educación de refugiados sirios', donde ha llevado a cabo un seguimiento del estado de las donaciones destinadas a la educación en Líbano, Turquía y Jordania, los tres países con el mayor número de refugiados sirios.
"Los donantes y los países de acogida han prometido que los niños sirios no se convertirán en una generación perdida, sin embargo es justo eso lo que está ocurriendo", ha añadido Rau.
Según ha mostrado el informe, existen enormes discrepancias entre los fondos que varios partidos políticos han declarado haber donado y las cantidades que han llegado a su destino en 2016. Esta falta de transparencia ha provocado que 530.000 niños refugiados sirios sigan sin estar escolarizados.
Los donantes y los países de acogida que son limítrofes a Siria han acordado, durante una conferencia celebrada en Londres, en inscribir a todos los menores refugiados en un programa de "educación de calidad", según ha asegurado la organización.
Los seis donantes que han aportado las mayores cantidades de dinero han sido la Unión Europea, Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Japón y Noruega. Solo con sus contribuciones se excedió el presupuesto total que se había fijado para la educación en Siria y en los principales países de acogida en la región --Líbano, Turquía y Jordania--, que ascendía a los 1,4 miles de millones de dólares, según los datos recogidos por HRW.
Sin embargo, los presupuestos para educación de los países que acogen a refugiados siguen siendo limitados, ya que las donaciones acaban por desaparecer. Los diferentes mecanismos utilizados para seguir el estado de las ayudas han demostrado la existencia de enormes diferencias entre las cantidades de ayuda destinadas a la educación y las cantidades recibidas.
FALTA DE TRANSPARENCIA
Los donantes, las agencias de ayuda humanitaria y los gobiernos receptores comparten información propia para coordinarse y evitar vacíos o superposiciones de ayudas. Sin embargo, tal y como ha alertado HRW, la información pública disponible es demasiado vaga o confusa, lo cual dificulta las tareas para rastrear los fondos de un donante concreto en un país determinado.
"A pesar de la preocupación global que existe por los niños refugiados sirios, aún es imposible responder a cuestiones básicas como saber si se están satisfaciendo sus principales necesidades educativas", ha agregado Rau.
Además, Human Rights Watch ha denunciado la existencia de numerosos obstáculos en los sistemas educativos de Turquía, Líbano y Jordania, entre los que se incluyen políticas que obligan a los colegios a establecer cuotas que están fuera del alcance de las familias refugiadas, lo cual contribuye a incrementar su pobreza y la imposibilidad de que los niños sean escolarizados.
La ONG, ha exigido que se trabaje en descubrir por qué no se están alcanzando los objetivos presupuestarios, así como en identificar a las partes responsables para presionarlas y solucionar esta situación.
"Los donantes deberían corregir el déficit de transparencia existente que está minando sus propias aportaciones para los niños sirios, que no pueden esperar durante mucho más tiempo para volver a la escuela", ha concluido HRW.