MADRID, 7 Jul. (EUROPA PRESS) -
La ONG Human Rights Watch (HRW) ha denunciado hoy las detenciones arbitrarias y el abuso de la fuerza policial que se produjo durante las protestas pacíficas contra la corrupción del 12 de junio en Moscú y San Petersburgo, en las que más de 100 personas fueron trasladadas a comisarías con infracciones administrativas.
"Las detenciones masivas del 12 de junio fueron arbitrarias y abusivas" ha declarado la directora del programa para Rusia de HRW, Tanya Lokshina, quien ha añadido que "las personas tienen derecho a la libre reunión, autorizada o no".
La Policía detuvo a 866 personas en Moscú, incluidos 132 menores y 658 personas en San Petersburgo, de los que un 10 por ciento eran niños. Además de manifestantes, entre los detenidos había activistas, abogados de Derechos Humanos y periodistas.
Según las investigaciones de HRW la Policía golpeó, pateó e hizo abuso de la fuerza contra los participantes de las protestas a pesar de que otros manifestantes grabaran con cámaras de vídeo y teléfonos móviles la actuación de las fuerzas de seguridad.
Varios testigos han asegurado a HRW que la Policía arrestó a personas que no estaban causando ningún disturbio. El presidente del consejo de Derechos Humanos, Mijail Fedotov, ha dicho que "en San Petersburgo la gente fue detenida irrespetuosamente estuviera violando el orden público o no", "y eso es incompatible con la ley", ha añadido.
Rusia forma parte del Convenio Europeo de Derechos Humanos (CEDH) y del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP). Ambas instituciones, así como la propia Constitución rusa, garantizan el derecho a la reunión libre y pacífica.
"En primer lugar, los manifestantes pacíficos no deberían de ser detenidos ni golpeados", ha criticado Lokshina. "Las autoridades rusas deberían respetar la ley y garantizar que se toman medidas contra el uso excesivo de la fuerza u otras violaciones contra manifestantes pacíficos".