MADRID, 16 May. (EUROPA PRESS) -
Human Rights Watch (HRW) ha denunciado este martes que hay pruebas de que las autoridades chinas han extraído el ADN de más de 40 millones de personas, que no están condenadas ni son sospechosas de crímenes, para una base de datos nacional sin ningún tipo de protección, transparencia o privacidad.
"La extracción de ADN en masa por parte de la poderosa Policía de China sin proteger la privacidad de las personas y sin un sistema judicial independiente es un acto perfecto para generar abusos", ha asegurado la directora de HRW en China, Sophie Richardson.
Según HRW, a principios del 2000, el Ministerio de Seguridad Pública de China creó una base de datos nacional conocida como "Sistema Forense de Base de Datos de ADN". A finales de 2015, el Ministerio contaba con un total de 44 millones de "entradas de datos diversos", de los cuales 1,5 millones son pruebas físicas vinculadas con escenas de crímenes.
"La extracción de ADN puede ser utilizada legalmente en investigaciones específicas de crímenes, pero solo en un contexto en el que las personas cuenten con una protección de su privacidad", ha señalado Richardson. "Hasta que ese sea el caso de China, la extracción de ADN debe parar", ha añadido.
Los agentes de Policía chinos también han recogido las muestras de ADN de grupos vulnerables como inmigrantes, disidentes y miembros de la minoría uigur. Debido a los amplios poderes que tiene la Policía y al no haber derechos a la privacidad en el país, los ciudadanos chinos no pueden negarse a entregar sus muestras, según ha indicado la organización.
Las autoridades han asegurado que las bases de datos de ADN se utilizan para resolver crímenes como el terrorismo y tráfico de menores y para identificar cuerpos y vagabundos.
HRW ha asegurado que los casos documentados demuestran que la extracción de ADN no está relacionada con crímenes específicos y ha señalado que las autoridades defienden que las campañas para obtener datos biométricos de ciudadanos simplemente recogen "información básica necesaria para resolver crímenes".
El relator especial de Naciones Unidas sobre el derecho a la privacidad, Joseph Cannataci, ha asegurado que las bases de datos de ADN pueden plantear problemas sobre los Derechos Humanos de China.