Actualizado: viernes, 23 octubre 2015 18:25

MADRID 23 Oct. (EUROPA PRESS) -

Las fuerzas de seguridad iraquíes, desde agosto de 2015, han golpeado y dispersado de forma violenta y sin justificación aparente a manifestantes que protestan contra la corrupción, ha criticado este viernes Human Rights Watch (HRW), que también ha denunciado la ineficacia de la Justicia para responder a las denuncias de las víctimas.

"Los hombres se quejan de que las autoridades de Inteligencia atacan y secuestran a manifestantes pacíficos y la Fiscalía no los investiga", ha denunciado el subdirector de Oriente Próximo de HRW, Joe Stork. "El apoyo del primer ministro, (Haider) Al Abadi, a las peticiones contra la corrupción de los manifestantes parece no haber alcanzado a las fuerzas de seguridad", ha destacado. "Defender la ley y perseguir a aquellos que la violen son los deberes esenciales de la Fiscalía, ha recordado Stork.

El 18 de septiembre, tres grupos de hombres vestidos de paisano golpearon y se llevaron a tres activistas después de salir una manifestación en la plaza Tahrir de Bagdad, según han contado los tres, quienes aseguran que los hechos tuvieron lugar a la vista de soldados que operaban en dos puestos de controles cercanos.

Dhirgham Muhsin, de 28 años, fue en ayuda de Alí Hashim, de 37, y de Imad Taha, de 50. Los tres fueron llevados en una camioneta con los ojos vendados y las manos atadas hasta un lugar en el que los separaron en distintas habitaciones.

Les interrogaron para saber si pertenecían a Estado Islámico y sobre una supuesta conspiración para infiltrarse en la Zona Verde de Bagdad, donde se ubican la mayor parte de las embajadas occidentales. Asimismo, los golpearon para descubrir quién financia las protestas, les hicieron firmar la promesa de que no manifestarían de nuevo y les amenazaron con secuestrarlos, torturarlos y matarlos si hablaban.

Hashim presentó una queja en la comisaría de Saadoun y en la Fiscalía local contra los tres agentes de Policía e incluyó al primer ministro Al Abadi como jefe de las fuerzas de seguridad. Él y Taha testificaron el 11 de octubre ante el juez Anwar al Bayati del tribunal de Karada. Sin embargo, afirman que la Fiscalía no ha abierto ninguna investigación.

"PRESIONES POLÍTICAS"

El 21 de septiembre, en Nasiriya, la capital de la provincia de Dhi Qar, el periodista Haqqi Karim Hadi asegura que dos hombres de paisano que se identificaron como Inteligencia, aunque sin mostrar las placas, les impidieron grabar en una plaza pública y se lo intentaron llevar junto a su hijo, pero un agente de Policía intervino y disuadió a Hadi de presentar denuncia.

En Hilla, capital de la provincia de Babilonia, la Policía detuvo y dispersó violentamente el 11 de septiembre a unos manifestantes que pedían el fin de la corrupción y la destitución del gobernador, Sadiq Madlul al Sultani, según el activista y periodista Sajjad Sadiq. Presentaron una queja pero no ha ocurrido nada. El gobernador y el jefe la Policía negaron haber dado orden de dispersar las protestas.

El 23 de agosto ocurrió un incidente similar en la misma ciudad. Uno de los manifestantes, Ahmad al Jaiqani, afirma que los antidisturbios los desalojaron con porras y que el día anterior habían compartido comida con ellos y les habían llamado sus "hermanos".

Al día siguiente, 60 heridos presentaron quejas ante el Ministerio Público contra altos cargos policiales y contra Al Sultani. La Fiscalía local emitió una orden de arresto contra él, pero quedó libre al pagar miles de dólares, e inició una investigación contra los manifestantes por resistirse a ser detenidos y por daños a la propiedad pública. Otro manifestante, Husain Karim Abd al Kazhim, asegura que la pasividad de la Justicia se debe a "presiones políticas".

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