La ONG también ha documentado abusos por parte de las fuerzas de seguridad de Nigeria en respuesta a los ataques de Boko Haram
MADRID, 27 Oct. (EUROPA PRESS) -
Human Rights Watch (HRW) ha denunciado que el Gobierno nigeriano no ha protegido adecuadamente a las mujeres y niñas que han sido secuestradas por el grupo islamista radical Boko Haram. Según asegura en un informe publicado este lunes, durante su cautiverio han sido obligadas a casarse, convertirse al islam, y han sufrido maltratos físicos y psicológicos, trabajos forzados y violaciones.
El grupo ha secuestrado a más de 500 mujeres y niñas desde 2009, intensificando sus acciones a partir de mayo del año pasado, cuando Nigeria tuvo que imponer el estado de emergencia en las áreas en las que Boko Haram es más activo.
El informe, de 63 páginas y titulado: "Esas semanas terribles en su campamento: Boko Haram, violencia contra las mujeres y las niñas en el noreste de Nigeria," se basa en entrevistas con más de 46 testigos y víctimas de secuestros del grupo terrorista en los estados de Borno, Yobe, y Adamawa, incluyendo a las niñas que escaparon el pasado mes de abril tras el secuestro de 276 compañeras de una escuela secundaria en Chibok.
Las declaraciones sugieren que las mujeres no han recibido el apoyo psicológico ni la atención médica necesaria tras ser liberadas, pero tampoco han garantizado un acceso seguro a las escuelas para evitar que se produzcan los secuestros ni se ha investigado para procesar a los posibles responsables.
"La tragedia de Chibok y la Campaña #BringBackOurGirls (devolvednos a nuestras niñas) centraron la atención mundial tan necesaria hacia una horrenda vulnerabilidad de las niñas en el noreste de Nigeria", ha recordado el director para África de Human Rights Watch, Daniel Bekele. "Ahora, el Gobierno de Nigeria y sus aliados deben intensificar sus esfuerzos para poner fin a estos secuestros brutales y satisfacer las necesidades médicas, psicológicas y sociales de las mujeres y las niñas que han logrado escapar", ha añadido.
Además de hablar con las mujeres y niñas que habían sido secuestradas, los investigadores de HRW han entrevistado a trabajadores sociales, miembros de organizaciones locales y ONG internacionales, diplomáticos, periodistas, líderes religiosos y trabajadores de la administración estatal y del Gobierno federal.
ABUSOS DE LAS FUERZAS DE SEGURIDAD
Pero HRW también ha documentado ataques y abusos por parte de las fuerzas de seguridad de Nigeria en respuesta a los ataques de Boko Haram. Desde 2009, las fuerzas de seguridad han utilizado "una fuerza excesiva", casas quemadas, residentes maltratados, víctimas "desaparecidas" y ejecuciones extrajudiciales de sospechosos de apoyar a Boko Haram.
"Los abusos de Boko Haram y las respuestas inadecuadas por parte del Gobierno están dejando a muchas personas en el norte de Nigeria acosados por el miedo y la angustia", ha denunciado Bekele. "El Gobierno y sus aliados deben intensificar su protección, servicios de apoyo, y el enjuiciamiento de los abusos de ambas partes para detener este ciclo de terror."
SECUESTROS MASIVOS
El 14 de abril de este año, 276 alumnas de la escuela de Chibok fueron secuestradas en lo que ha sido el mayor ataque de Boko Haram. Sin embargo, el grupo radical ya había secuestrado antes y ha continuado con esta práctica, de hecho, HRW ha explicado que la relativa facilidad con la que consiguieron secuestrar a las niñas les ha impulsado para seguir secuestrando en otros lugares.
El jefe de la Defensa Aérea nigeriana, Alex Badeh, anunció el 17 de octubre un acuerdo de alto el fuego entre Nigeria y Boko Haram. En la misma línea, Hassan Tukur, un asesor del presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan, informó de otro acuerdo para la liberación de las niñas de la escuela de Chibok. Una información que, poco después, desmentía el Coordinador del Centro de Información Nacional, Mike Omeri, que aseguraba que la liberación "estaba todavía en fase de negociación".
Aun así, Boko Haram ha seguido con los secuestros arbitrarios, aunque siempre apuntando a las estudiantes y cristianos, que son sometidos a azotes, golpes, o incluso la muerte si no se convierten al islam, dejan de asistir a la escuela, y llevan el velo o hiyab.
AYUDA INSUFICIENTE
Tanto el Gobierno federal de Nigeria como los estatales, con el apoyo de organismos internacionales y gobiernos extranjeros, establecieron fondos para ayudar a las 57 estudiantes que consiguieron escaparse. Una ayuda que parece, según ha denunciado HRW, que no ha beneficiado a las víctimas al no materializarse en tratamientos médicos o de salud mental.
"Los supervivientes de la violencia de Boko Haram no deben quedarse avergonzados y asustados en el silencio", ha dicho Bekele. "Es Boko Haram quien debería estar avergonzado por los abusos que cometen contra las mujeres y las niñas en su interpretación extrema del islam", ha añadido.
Antes de 2013, el grupo radical solo había secuestrado puntualmente. Después de que el Gobierno de Nigeria implantara el estado de emergencia en mayo de 2013, Boko Haram comenzó a dirigirse cada vez más a los grupos vulnerables, incluidas las mujeres, los niños, los estudiantes y los residentes de las comunidades rurales. El líder del grupo, Abubakar Shekau, advirtió que sus combatientes podrían tomar represalias contra los miembros de la familia de las fuerzas de seguridad nigerianas. El 7 de mayo de 2013, por ejemplo, los insurgentes se apoderaron de cuatro mujeres y ocho niños de un cuartel policial en Bama, estado de Borno.
HRW ha estimado que, desde 2009, más de 7.000 civiles han muerto en cientos de ataques de Boko Haram en el noreste de Nigeria y su capital. Al menos 4.000 de esas muertes ocurrieron entre mayo de 2013 y septiembre de 2014.