La activista también denuncia que le siguen por la calle y una agresión con una piedra
MADRID, 5 Mar. (EUROPA PRESS) -
Human Rights Watch (HRW) ha denunciado este viernes que la activista independentista saharaui Sultana Jaya lleva tres meses siendo vigilada por las fuerzas de seguridad marroquíes que evitan que lleguen visitantes a su casa y la siguen cuando sale de ella.
La activista cuenta en el informe que en los últimos meses ha salido en menos de una docena de ocasiones de su hogar, la mayoría a grabar a la Policía que permanece tanto de uniforme como de paisano frente a su puerta y que, una vez, cuando intentó alejarse de su domicilio en Boujdour, los agentes la siguieron.
"No me pararon, ni me tocaron, pero me sentí amenazada y temí por mi vida, así que volví a casa", ha asegurado Jaya, que también denuncia que las fuerzas de seguridad aprovecharon una visita suya a España para hacer una redada en la casa en la que golpearon a su madre de 84 años en la cabeza.
Ella misma también denuncia haber sufrido una agresión por parte de un agente que le lanzó una piedra mientras grababa el dispositivo de seguridad en torno a su casa desde la ventana en un incidente que el Consejo Nacional de Derechos Humanos de Marruecos dice estar investigando.
Entre las personas que denuncian la imposibilidad de visitarla se encuentran otros activistas y un primo al que se impidió entrar por la fuerza en un incidente en que las fuerzas de seguridad empujaron a Jaya. Uno de los denunciantes consiguió hacer dos breves visitas por la mañana a mediados de febrero, pero otras veces se le denegó el paso.
Tras una de esas visitas, un hombre robó el móvil de Jaya cuando salía a grabar el operativo. Tras este incidente, la activista hizo una sentada frente a su puerta en protesta todo el día. Durante la noche, recibió el móvil de vuelta por debajo de la puerta, aunque se niega a usarlo ante el temor de que hayan instalado software de espionaje.
La activista asegura que en respuesta pasa tiempo gritando consignas en defensa de la independencia del Sáhara Occidental y ondeando una bandera independentista.
LA RESPUESTA MARROQUÍ
La Delegación Interministerial para los Derechos Humanos ha respondido a HRW que ni ella ni su familia se encuentran "bajo ninguna forma de acoso ni de vigilancia".
En su respuesta añaden que el 19 de noviembre, cuando Jaya volvió de su viaje y comenzó el dispositivo, esta fue recibida con "gritos" por un grupo de personas fuera de su casa y las autoridades pidieron al grupo "respetar las medidas de seguridad" por la pandemia.
Tras esta petición, la madre de Jaya "perdió la consciencia", según transmitió este órgano gubernamental a HRW.
"A las autoridades de Marruecos probablemente no les guste las ideas independentistas y el estilo directo de Jaya," ha explicado el director en funciones para Oriente Próximo y el Norte de África de HRW, Eric Goldstein.
Goldstein asegura que no hay base legal para tener "un bloqueo" en su casa.
La organización denuncia que Marruecos ha golpeado a activistas en su custodia, encarcelado, sentenciado e incluso torturado a otros sin juicio público, así como ha seguido a otros abiertamente por la calle.
Tras el reconocimiento de Estados Unidos del Sáhara Occidental como parte de Marruecos, el conflicto por el futuro político de la región ha vuelto a intensificarse y el Frente Polisario llegó a anunciar un nuevo conflicto por la región.
Mientras que Marruecos solo está dispuesto a celebrar un referéndum de autonomía por la región, el Polisario reclama una consulta de autodeterminación y la independencia de la misma.