Pide a la Asamblea General que apruebe una resolución de condena a la "limpieza étnica" llevada a cabo por las autoridades birmanas
NUEVA YORK, 19 Sep. (EUROPA PRESS) -
Human Rights Watch (HRW) ha asegurado este martes que las imágenes vía satélite del estado birmano de Rajine demuestran que al menos 214 aldeas han quedado completamente destruidas, por lo que ha reclamado a la Asamblea General de Naciones Unidas que apruebe de forma urgente una resolución de condena de la "limpieza étnica" llevada a cabo en esa región por las autoridades birmanas.
En un comunicado, la ONG ha pedido también que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas imponga sanciones al Ejecutivo birmano y un embargo de armas. HRW ha explicado que las detalladas imágenes satelitales se han podido captar gracias a una fase de claridad durante el monzón en la jornada del 16 de septiembre y ha subrayado que ponen de manifiesto que la destrucción causada por la quema de aldeas es mucho más grave de lo que se temía hasta ahora.
Estas imágenes muestran la destrucción de decenas de miles de casas en las localidades de Maungdaw y de Rathedaung --en el estado de Rajine--, en el marco de las operaciones de las fuerzas de seguridad birmanas, una campaña que ha provocado la huida de más de 400.000 musulmanes rohingyas a Bangladesh.
"Estas imágenes proporcionan una prueba chocante de la destrucción masiva en un intento aparente por las fuerzas de seguridad birmanas para impedir que los rohingyas vuelvan a sus aldeas", ha asegurado el director adjunto de Human Rights Watch en Asia, Phil Robertson.
"En la reunión de Naciones Unidas los líderes mundiales deberían actuar para poner fin a esta crisis creciente y demostrarles a las fuerzas militares de Birmania que pagarán un precio por sus atrocidades", ha añadido.
Las imágenes vía satélite analizadas por Human Rights Watch muestran la destrucción de al menos 214 aldeas con más del 90 por ciento de sus estructuras destruidas. Según HRW, las imágenes concuerdan con los testimonios recogidos por la organización de refugiados que han descrito incendios provocados, asesinatos y saqueos cometidos por el Ejército birmano, la Policía y milicianos en Rajine.
EL JEFE DEL EJÉRCITO CULPA A LOS ROHINGYAS DE LA CRISIS DE RAJINE
HRW ha dicho que el Ejército de Birmania ha cuestionado la credibilidad de esos testimonios sobre abusos generalizados y ha asegurado que las operaciones que están llevando en la región se dirigen contra el Ejército de Salvación Rohingya de Arakan (ARSA), un grupo armado que atacó al menos 30 puestos de policía y una base militar el 25 de agosto, lo que dio inicio a la actual ola de violencia.
Además, el Ejército de Birmania alega que los milicianos de ARSA y los ciudadanos rohingyas han incendiado sus propias casas pero no ha proporcionado ninguna prueba para respaldar esta acusación.
HRW ha asegurado que la escalada de violencia, el alcance y el ritmo de los incendios, muchos de los cuales se produjeron después de que cientos de miles de rohingyas hubiesen huido, son un argumento inconsistente para sostener esta acusación.
El comandante jefe del Ejército birmano, Min Aung Hlaing, vinculó recientemente las peticiones de los rohingyas de ser reconocidos como un grupo étnico con las acciones armadas llevadas a cabo por los milicianos de ARSA.
Según ha recogido HRW, Min Aung habría publicado un mensaje en su cuenta de Facebook utilizando la palabra 'bengalí' --un insulto en Birmania para referirse a la población rohingya--.
"Han pedido reconocimiento como rohingya, lo que nunca se ha considerado un grupo étnico en Birmania. El uso de 'bengalí' es una causa nacional y tenemos que estar unidos en el establecimiento de la verdad", aseguraba el post.
El 15 de septiembre, el Gobierno birmano declaró que "aquellos que han huido de sus aldeas han iniciado un camino a otro país por miedo a ser arrestados por estar involucrados en ataques violentos".