La ONG pide a la Unión Africana y a la CEDEAO que presionen al país "para que pongan fin a estas violaciones"
MADRID, 24 Jul. (EUROPA PRESS) -
La ONG Human Rights Watch (HRW) ha denunciado este lunes nuevas masacres perpetradas por el Ejército de Malí y supuestos combatientes del Grupo Wagner, semanas después de que Naciones Unidas denunciara la matanza de más de 500 personas en la localidad de Moura en marzo de 2022.
Según ha podido saber la ONG, las Fuerzas Armadas malienses y combatientes extranjeros han ejecutado sumariamente y han sometido a desaparición forzada a varias decenas de civiles desde diciembre de 2022, destruyendo bienes y torturando a detenidos.
HRW ha entrevistado a 40 personas que tienen conocimiento de estos incidentes, incluyendo testigos de abusos, familiares de víctimas, líderes comunitarios, entre otros. Tras ello, ha enviado cartas a los ministros de Justicia y Defensa, detallando sus hallazgos.
El pasado jueves el Ministerio de Exteriores de Malí respondió sosteniendo que no tenía conocimiento de ninguna violación a los Derechos Humanos, pero agregó que la Justicia ha abierto una investigación judicial en el marco de estas denuncias.
Los entrevistados han señalado que los soldados cometieron abusos durante operaciones militares en respuesta a la presencia de grupos armados islamistas. Los testigos han indicado de la participación de hombres armados extranjeros que no hablaban francés a quienes describieron como "blancos" y "rusos".
Además, los testigos han denunciado que soldados han llegado a disparar a bocajarro desde helicópteros militares contra personas civiles en lugares civiles como mercados.
Por otro lado, la ONG ha instado a la Unión Africana y a la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO) a que expresen su preocupación por los "graves abusos cometidos por las Fuerzas Armadas de Malí y los supuestos combatientes aliados del Grupo Wagner" con el fin de aumentar la presión sobre las autoridades "para que pongan fin a estas violaciones y hagan que los responsables rindan cuentas", sostiene la subdirectora para África de HRW, Carine Kaneza Nantulya.
La investigadora ha hecho referencia a la solicitud realizada hacer unas semanas por parte de Malí al Consejo de Seguridad de la ONU para retirar la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de las Naciones Unidas en Malí (MINUSMA), advirtiendo de que "la retirada inminente" de los 'cascos azules' hace que "sea más crucial que nunca que las autoridades malienses protejan a los civiles y eviten nuevos abusos durante las operaciones militares".
"Las autoridades malienses se darán cuenta de que la partida de las fuerzas de paz afectará gravemente la protección de los civiles y el control de los abusos por parte de todos los bandos", ha explicado Nantulya.
Por su parte, el analista político sobre el Sahel, Yvan Guichaoua, ha explicado que "al exigir la retirada de MINUSMA, las autoridades malienses se colocan en una relación de seguridad exclusiva con Wagner, cuya forma de hacer la guerra amenaza a los civiles y cuya fiabilidad es cuestionable, como lo demuestran los recientes acontecimientos en Rusia".
En este sentido, la ONG recuerda que todas las partes del conflicto están obligados por el Derecho Internacional Humanitario a proteger a los civiles, prohibiendo el asesinato, la tortura y los malos tratos, por lo que quienes cometen violaciones graves de las leyes de la guerra con intención criminal son responsables de crímenes de guerra.