MADRID 14 Sep. (EUROPA PRESS) -
Human Rights Watch (HRW) ha denunciado este sábado la reactivación de la violencia en el estado nororiental de Manipur, en Nueva Delhi, India, y ha instado a las autoridades del país a "proteger a todas las comunidades y poner fin a las políticas divisorias".
La subdirectora para Asia de la ONG, Meenakshi Ganguly, ha criticado que, lejos de proteger a las comunidades más vulnerables y defender el Estado de derecho, la actuación de las autoridades indias no ha hecho sino "profundizar la ira y la desconfianza de larga data entre las comunidades mediante políticas polarizadoras".
"La respuesta del gobierno estatal a los enfrentamientos étnicos cada vez más violentos en Manipur no ha hecho más que causar un daño mayor", ha sentenciado en un comunicado en el que ha apostillado que "tanto el estado de Manipur como los gobiernos centrales deben tomar medidas rápidas para resolver disputas, investigar abusos y castigar adecuadamente a los responsables".
En este contexto, Ganguly ha instado directamente a las autoridades de Manipur a "defender los derechos a la libertad de expresión, asociación y reunión pacífica en su respuesta a la situación actual" y ha recordado que las fuerzas de seguridad del país deben respetar los principios básicos de la ONU, empleando "la fuerza mínima necesaria en todo momento".
"El Gobierno de Manipur ha perdido la confianza de las comunidades debido a su política partidista y a su incapacidad para protegerlas de la violencia", ha lamentado la representante de HRW, asegurando que "puede empezar a generar esa confianza garantizando que las víctimas y sus familias reciban una reparación rápida, que los responsables de los abusos rindan cuentas y que todas las comunidades estén protegidas de más violencia".
En esta línea, la organización ha abogado además por "garantizar una ayuda humanitaria sin obstáculos y adecuada a las comunidades afectadas, permitir el acceso a Internet y colaborar con la sociedad civil (...) para abordar los problemas de larga data entre las comunidades".
"El Gobierno estatal debe trabajar con el Gobierno central de la India para brindar reparación a las víctimas de abusos, incluida la violencia sexual, investigar y procesar de manera justa a los responsables, y actuar para desmovilizar y desarmar a los grupos abusivos", ha concluido Ganguly.
Esta declaración llega después de que las autoridades de India impusieran este martes el toque de queda en el valle Imphal y los distritos circundantes y suspendieran los servicios de Internet en Manipur, en un intento por sofocar las fuertes protestas que han tenido lugar en la zona a causa de los continuados conflictos entre diferentes comunidades.
Los enfrentamientos, principalmente entre los meitei y los kuki, se reanudaron a principios de septiembre y han involucrado el uso de drones para lanzar artefactos explosivos, lo que ha llevado a las fuerzas de seguridad a hacer uso de gases lacrimógenos.
Los enfrentamientos violentos en Manipur se desataron a principios de mayo de 2023, después de que las comunidades tribales protestaran por una orden del Tribunal Superior del estado que otorgaba a la comunidad mayoritaria meitei ciertos beneficios, incluida la propiedad de la tierra en áreas protegidas y cuotas en trabajos gubernamentales y admisiones universitarias.
Desde entonces, según Human Rights Watch, han muerto más de 200 personas, cientos han resultado heridas y más de 60.000 han sido desplazadas y viven en refugios abarrotados.