MADRID, 17 Abr. (EUROPA PRESS) -
Varios miembros del Gobierno y de las fuerzas del orden de Burundi han emprendido una campaña de represión contra la oposición antes de la celebración del referéndum sobre la extensión del mandato del presidente, Pierre Nkurunziza, según ha denunciado este martes a través de un comunicado Human Rights Watch (HRW).
La ONG ha recogido 19 casos de abuso desde el 12 de diciembre de 2017, día en el que Nkurunziza convocó el referéndum. La mayoría pertenecían a miembros del partido de la oposición, las Fuerzas Nacionales de Liberación (FNL). HRW ha criticado que, desde entonces, miembros de las autoridades y de la sección juvenil del partido, la Imbonerakure, "han utilizado el miedo y la represión para asegurarse de que el presidente gana la votación" y puede extender su mandato hasta 2034.
Entre los 19 casos, hay, por ejemplo, uno de una persona que fue golpeada hasta la muerte por negarse a mostrar el certificado de que se había registrado para votar. La organización ha obtenido dichos datos a partir de entrevistas realizadas en febrero y marzo a más de 30 víctimas y testigos.
"Este tipo de abusos reflejan la impunidad extendida entre las autoridades locales, la Policía y la Imbonerakure", ha manifestado la organización a través de un comunicado.
Según la información recogida por HRW, la escala real de la campaña contra la oposición podría ser incluso mayor. Sin embargo, la organización ha indicado que le está resultando difícil investigar los detalles de cada suceso "en el clima de terror en el que está sepultado el país".
ABUSOS DURANTE LOS ÚLTIMOS TRES AÑOS
La tensión se remonta a 2015, cuando Nkurunziza anunció su controvertida decisión de seguir al frente del país durante un tercer mandato. "Los medios de comunicación y las ONG de Burundi, que solían ser tan dinámicos, han sido diezmados y más de 397.000 personas han huido del país", según la ONG.
La presión se ha incrementado en los últimos meses con el referéndum de reforma constitucional. HRW ha recordado que el Gobierno advirtió que "buscaría y castigaría a todos aquellos que pareciesen estar haciendo campaña en contra de la extensión del mandato de Nkurunziza". Al anunciar la convocatoria, el presidente advirtió que todo aquel que se atreviese a "sabotear" el proyecto para reformar la Constitución "a través de sus palabras o de sus acciones" estaría cruzando "una línea roja".
El portavoz del Ministerio de Seguridad Pública, Pierre Nkurikiye, dijo un día después del anuncio de la convocatoria que el hecho de haber encarcelado a supuestos disisentes era "una advertencia para cualquiera que con sus acciones o sus palabras esté obstaculizando este proceso de que será arrestado inmediatamente por la Policía y será llevado ante la Justicia".
Esta campaña de terror se ha visto acompañada por otra de promoción del 'Sí' a la reforma. Uno de los residentes de la provincia de Makamba relató a HRW que el administrador de su comuna convocó una reunión para explicarles a él y a sus vecinos por qué se va a celebrar un referéndum y, sobre todo, por qué tienen que votar que sí.
"El administrador mandó a la Imbonerakure para obligar a la gente a que fuese a la reunión", ha explicado el ciudadano. "Pasamos todo el día allí, nadie podía ir a trabajar: la Imbonerakure tenía porras y te daban una paliza si no ibas", ha añadido.
HRW ha instado al Gobierno de Burundi a ordenar a las fuerzas del orden y a la Imbonerakure a que dejen de intimidar, golpear, detener ilegalmente y maltratar a la gente. "La Justicia burundesa debería investigar y perseguir los delitos que hemos recogido", ha añadido la organización.
"Hay pocas dudas de que el referéndum estará acompañado de más abusos", ha denunciado el director para África Central de HRW, Isa Sawyer. "Las autoridades burundesas y la Imbonerakure están llevando a cabo una campaña de violencia con una impunidad casi total para permitir que Nkurunziza se aferre al poder", ha añadido Sawyer.