Más de 15.000 personas se han visto obligadas a dejar sus hogares
MADRID, 27 Jul. (EUROPA PRESS) -
La milicia islamista somalí Al Shabaab secuestró a civiles, robó cosechas y ganado y provocó incendios en numerosas casas en los ataques perpetrados a finales de mayo en varias aldeas de la región de Shabelle, en Somalia, según ha denunciado este jueves Human Rights Watch (HRW), que ha informado de que más de 15.000 personas se han visto obligadas a dejar sus hogares.
Según HRW, el 21 de mayo la milicia somalí, vinculada a Al Qaeda, atacó varias aldeas en los distritos Merka y Afgooye, ambos en la región de Baja Shabelle, que durante mucho tiempo ha sido el centro de la violencia que involucra a varios clanes armados, a las fuerzas del Gobierno federal, a Al Shabaab y a las fuerzas de la Unión Africana, en alianzas que cambian constantemente y que han tenido consecuencias nefastas para los civiles.
"No hay ninguna justificación para que Al Shabaab secuestre a civiles y queme sus hogares", ha defendido la investigadora en África para Human Rights Watch, Laetitia Bader, quien ha añadido que "Al Shabaab es responsable de provocar los desplazamientos masivos" y ha emplazado al Gobierno a abordar las tensiones y a tomar medidas contra los responsables de los abusos.
Human Rights Watch ha analizado imágenes de satélite en las que se pueden apreciar los cambios producidos en el terreno entre el 8 de mayo y el 12 de julio de 2017, en las que es evidente la destrucción de edificios en 18 de 32 aldeas del distrito de Merka. Los daños en todos los casos son resultado de los incendios provocados, que han supuesto la destrucción de varios cientos de edificios residenciales y comunitarios.
Debido a la nubosidad parcial en las imágenes de satélite disponibles, no ha sido posible evaluar las pérdidas en algunas áreas de la zona afectada y es posible que el número total de aldeas dañadas en los ataques sea mayor, ha explicado HRW.
CONFLICTO ENTRE CLANES
El conflicto entre clanes, principalmente entre Habar Gidir y Biyomaal, ha aumentado en Baja Shabelle desde 2013. Ambos han luchado con y contra las fuerzas del Gobierno somalí y Al Shabaab, y durante los enfrentamientos los civiles han sido atacados repetidamente.
Desde septiembre de 2016, las tensiones y enfrentamientos entre Al Shabaab y la milicia vinculada al clan Biyomaal también se han intensificado. A mediados de mayo, los combates se intensificaron alrededor del bastión Biyomaal en el distrito de Afgooye. Al Shabaab atacó las aldeas después de varios meses pidiendo a los ciudadanos que abandonaran sus hogares, según ha informado Human Rights Watch.
Según datos de la ONU, 15.240 personas se desplazaron durante los ataques del 21 al 24 de mayo. Muchas de ellas se han movido dentro de la región de Baja Shabelle, mientras otros lo han hecho hacia el extrarradio de Mogadisco. Aquellos que han huido de los combates han asegurado que vivían en condiciones precarias, con poca o ninguna asistencia, sin refugios y con graves riesgos para la salud.
ROBOS DE GANADO Y DE COSECHAS EN ÉPOCA DE SEQUÍA
"Al Shabaab nos acusó de ser 'murtads' -infieles- y nos acusó de apoyar al Gobierno", ha contado a Human Rights Watch un testigo que huyó de su pueblo, Ceel Waregow. "Algunos de nuestros ancianos han hablado con Al Shabaab y les han pedido que salven a aquellos que no tienen armas de fuego", ha asegurado "Abdi", cuyo nombre real no se ha revelado por razones de seguridad. "En un principio nos cobraron impuestos y robaron nuestro ganado y nuestras cosechas, y nuestro dinero pero ahora están quemando nuestras casas", ha denunciado.
"¿Cómo puedes quedarte en un lugar donde hay constantes ataques y donde los niños son quemados en sus propias casas?", ha lamentado una mujer de Bullo Mudey, cuyo padre fue asesinado y quemado en un ataque.
Naciones Unidas ha informado de que Al Shabaab secuestró a aproximadamente 70 personas, entre ellas mujeres y niños durante los enfrentamientos entre el 21 y el 23 de mayo. Los civiles han contado a Human Rights Watch que la milicia islamista robó un gran número de vacas, cabras y camellos, esenciales para la supervivencia en esta época de sequía.
Según el Derecho Penal Internacional, perpetrar ataques contra civiles o sus bienes está considerado un crimen de guerra. Además, es ilegal el traslado forzoso, a menos que sea por razones militares legítimas. Arrestar a civiles que no representan una amenaza inmediata para la seguridad, o la toma forzosa de propiedad privada para uso no militar, también viola las leyes de la guerra.
"Aquellos que cometen crímenes de guerra en Somalia deben ser llevados ante la Justicia", ha dicho Bader, que ha instado al Gobierno a "ayudar inmediatamente a las personas que han escapado de la violencia".