MADRID, 11 Feb. (EUROPA PRESS) -
La ONG Human Rights Watch (HRW) ha denunciado las torturas cometidas contra el escritor y abogado ugandés Kakwenza Rukirabashaij, quien estuvo desaparecido durante catorce días, y ha pedido a las autoridades de Uganda que los agentes de seguridad implicados "rindan cuentas".
"Es intolerable que las fuerzas de seguridad de Uganda sigan torturando y maltratando a los detenidos", ha dicho el investigador de la ONG, Oryem Nyeko, agregando que "en lugar de enjuiciar a sus críticos por los tuits, las autoridades deberían investigar esta y muchas otras denuncias graves de tortura".
Así, la ONG ha pedido la retirada incondicional de los cargos que pesan sobre él por "comunicación ofensiva" en virtud de una ley que, según la organización, sirve "para amordazar la libertad de expresión en línea, especialmente si ello implica críticas a altos funcionarios del Gobierno".
En concreto, HRW ha detallado en un comunicado que el escritor fue golpeado, amordazado y encapuchado el 28 de diciembre de 2021 por oficiales de seguridad que, posteriormente, le llevaron a un lugar desconocido, donde estuvo retenido durante catorce días.
Durante ese tiempo, Rukirabashaij ha denunciado, tal y como recoge la organización, que los militares le golpearon, le obligaron a bailar música durante horas, le arrancaron la piel con pinzas y le inyectaron sustancias desconocidas.
Además, le obligaron a grabar un vídeo de disculpa al presidente de Uganda, Yoweri Museveni y a su hijo, Muhoozi Kainerugaba, por los mensajes que publicó en su perfil de Twitter en los que, supuestamente, criticaba a ambos.
Tras ser acusado por "comunicación ofensiva", Rukirabashaija tuvo que pasar por la prisión de Kitalya, en las afueras de Kampala, aunque días más tarde, un tribunal le concedió la libertad bajo fianza, momento en el que le llevaron hasta el cuartel militar de Makindye, donde, tras una revisión médica, Kainerugaba le pidió que dejara de escribir. Posteriormente a ese encuentro, le llevaron a su casa y le dijeron que no hablara de lo sucedido.
Dos días después de que un tribunal denegara su solicitud de devolución de pasaporte, el 9 de febrero, Rukirabashaija informó de que había huido del país para buscar tratamiento médico por las lesiones causadas por las torturas.
"El arresto de Rukirabashaija es solo el último de la intensificación de la represión en Uganda contra los comentarios considerados críticos con el gobierno", ha dicho Nyeko. "Las autoridades deben poner fin a la criminalización de la expresión protegida en línea y fuera de línea y abordar las inquietudes legítimas planteadas por los críticos en lugar de perseguirlos", ha zanjado.