MADRID, 10 Feb. (EUROPA PRESS) -
La ONG Human Rights Watch ha denunciado este martes el "uso de fuerza letal" contra los manifestantes de Birmania que protestan contra el golpe de Estado, unas concentraciones que se saldan con más de 100 detenidos hasta el momento en la ciudad de Mandalay.
Además, la Policía habría disparado munición real contra los manifestantes, ha asegurado el diario local Myanmar Times, mientras que entre los arrestados del día estaría el alcalde de Mandalay.
El Ejército, sin embargo, ha denunciado a través de su canal de televisión Myawaddy TV que durante las protestas en esta ciudad cuatro policías han resultado heridos y algunos vehículos policiales dañados debido a "ataques violentos de manifestantes destructivos", según recoge 'The Irrawaddy'.
La junta militar ha impuesto la ley marcial y ha prohibido las reuniones de más de cinco personas en diez zonas del país, las que más movilizaciones han registrado desde el pasado fin de semana, según el portal de noticias 'The Irrawaddy'. Las medidas, anunciadas entre el lunes y el martes, no han contenido sin embargo las protestas.
Además, HRW ha recordado que estas medidas violan el derecho de reunión pacífica según el derecho internacional de los Derechos Humanos.
Así, la Policía debe poner fin "de inmediato" al uso de fuerza excesiva y letal, ha denunciado HRW, que se ha referido al caso concreto de una joven herida en la nuca y un hombre alcanzado en el pecho.
Según han denunciado grupos de Derechos Humanos y medios de comunicación birmanos, una mujer herida durante las protestas se encuentra luchando por su vida después de recibir un disparo con munición real en la cabeza.
HRW ha informado de que un médico del hospital donde estaba siendo tratada la herida ha asegurado que tiene "un proyectil alojado en la cabeza", y que "había perdido función cerebral significativa".
El médico ha detallado a la organización que "una bala de metal le había penetrado la parte posterior de la oreja derecha".
Los métodos para reprimir las protestas han dejado heridos graves a lo largo del país, aunque de momento no se ha lamentado ninguna víctima.
"La Policía debe dejar de responder a las protestas pacíficas disparando armas e investigar de inmediato el presunto uso indebido de la fuerza. La junta militar de Birmania debería rescindir sus draconianas órdenes sobre las protestas y poner fin a su represión", ha advertido el investigador sobre crisis y conflictos de Human Rights Watch, Richard Weir.
HRW también ha denunciado que, desde que tomó el poder, el Ejército ha restringido repetidamente el acceso a Internet y ha pedido a los proveedores de Internet que "cumplan con sus responsabilidades" y resistan los cortes de red injustificados.