MADRID, 17 Oct. (EUROPA PRESS) -
La organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW) ha afirmado este martes que un total de 288 localidades fueron total o parcialmente destruidas a causa de los incendios en el estado bimano de Rajine (oeste) durante las operaciones militares en zonas de mayoría rohingya, iniciadas el 25 de agosto.
La ONG ha indicado que las llamas consumieron decenas de miles de estructuras, principalmente viviendas de miembros de la comunidad rohingya, con algunos incendios teniendo lugar después de que el Ejército birmano anunciara el fin de las operaciones.
HRW ha señalado que las imágenes por satélite con las que cuenta muestran muchas zonas en las que las localidades rohingya incendiadas están muy cerca de localidades de mayoría de la comunidad rajine que siguen intactas, lo que apuntaría a que fueron ataques deliberados.
"Estas últimas imágenes por satélite muestras por qué más de medio millón de rohingyas huyeron a Bangladesh en sólo cuatro semanas", ha dicho el subdirector de HRW para Asia, Phil Robertson.
"El Ejército de Birmania destruyó cientos de localidades rohinya mientras cometía asesinatos, violaciones y otros crímenes contra la Humanidad que forzaron a los rohingya a huir por sus vidas", ha agregado.
HRW ha indicado que ha analizado un total de 866 localidades del estado de Rajine, señalando que las más afectadas se encuentran en Maungdaw, donde se concentra cerca del 90 por ciento de las aldeas destruidas entre el 25 de agosto y el 25 de septiembre.
Así, ha manifestado que aproximadamente el 62 por ciento de todas las aldeas del municipio fueron total o parcialmente destruidas, siendo las más afectadas las ubicadas en el sur del mismo.
La organización ha dicho que, si bien el Gobierno ha acusado a insurgentes rohingya de estar detrás de los incendios, no ha presentado pruebas, añadiendo que sus entrevistas con más de cien refugiados no apuntan en este sentido.
"Las impactantes imágenes de destrucción en Birmania y el crecimiento de los campamentos de refugiados en Bangladesh son dos caras de la misma moneda de miseria humanitaria causada a los rohingya", ha recalcado Robertson.
"Los gobiernos interesados deben presionar urgentemente para que se ponga fin a los abusos contra los rohingya y se garantizar que la ayuda humanitaria llega a todos los que la necesitan", ha remachado.
La organización ha reclamado a Naciones Unidas que presione a Birmania para que garantice el acceso de una comisión de investigación, así como la aplicación de un embargo de armas al país y la congelación de fondos a los comandantes responsables de abusos.
La crisis en Rajine estalló en agosto, después de que una serie de ataques por parte de milicianos rohingya contra puestos de seguridad birmanos desencadenaran una operación militar a gran escala que ha dejado al menos 400 muertos. Esta operación ha sido denunciada por la ONU como "limpieza étnica".
Los rohingyas son una minoría étnica de fe musulmana que se concentra en Rajine. Son más de un millón de personas, pero el Gobierno birmano no les reconoce como ciudadanos porque considera que son descendientes de inmigrantes ilegales procedentes de Bangladesh.