Archivo - Un policía de Israel inspecciona la zona de la comisaría asaltada por Hamás en Sderot en el marco de sus ataques del 7 de octubre (archivo) - Ilia Yefimovich/Dpa - Archivo
Afirma que el ataque "fue diseñado para matar a civiles y tomar como rehenes a la mayor cantidad de personas posible"
MADRID, 17 Jul. (EUROPA PRESS) -
La organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW) ha indicado este miércoles que al menos cinco grupos palestinos, encabezados por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), cometieron crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad durante sus ataques del 7 de octubre contra Israel, que se saldó con cerca de 1.200 muertos y unos 240 secuestrados, según los balances facilitados por las autoridades israelíes.
HRW ha indicado en su informe 'No puedo borrar de mi mente toda la sangre: el asalto del 7 de octubre de los grupos armados palestinos a Israel', que durante los ataques se cometieron violaciones graves del Derecho Internacional Humanitario en casi todos los puntos que fueron escenario de los asaltos por parte de facciones armadas palestinas.
Así, ha especificado que estos actos incluyen asesinatos, toma de rehenes y otros delitos graves, al tiempo que ha insistido en que los gobiernos con influencia sobre estos grupos deben presionarlos para la liberación de los civiles que siguen retenidos en la Franja de Gaza, que ha descrito como un crimen de guerra en marcha, y para que los responsables de estos actos sean llevados ante la Justicia.
"La investigación de HRW concluyó que el asalto liderado por Hamás el 7 de octubre fue diseñado para matar a civiles y tomar como rehenes a la mayor cantidad de personas posible", ha señalado la directora de crisis y conflictos de la ONG, Ida Sawyer, quien ha recalcado que "las atrocidades del 7 de octubre deberían motivar un llamado global a la acción para poner fin a todos los abusos contra civiles en Israel y Palestina".
La organización ha detallado que entre octubre y junio de 2024 entrevistó a cerca de 145 personas que presenciaron los ataques, familiares de las víctimas, miembros de los equipos de emergencia y expertos médicos, además de verificar y analizar más de 280 fotografías y videos tomados durante los asaltos.
En este sentido, ha hablado de ataques coordinados y encabezados por el brazo armado de Hamás, las Brigadas Ezzeldín al Qassam, contra al menos 19 kibutz y cinco moshavim --comunidades cooperativas--, además de dos ciudades, dos festivales de música y una fiesta en una playa, donde los milicianos abrieron fuego contra civiles que intentaban huir y personas que conducían por la zona.
Asimismo, lanzaron granadas, dispararon contra refugios y dispararon granadas propulsadas por cohetes a casas, además de incendiar viviendas, quemando y asfixiando a las personas que estaban en su interior, y obligaron a otros a salir, a quienes luego tirotearon o capturaron. Los grupos tomaron a decenas de rehenes y ejecutaron de forma sumaria a otras personas.
Por ello, HRW ha incidido en que estos grupos cometieron violaciones de las leyes de la guerra que constituyen crímenes de guerra, incluidos ataques contra civiles, asesinato de personas bajo custodia, trato cruel, violencia sexual, toma de rehenes, mutilación de cuerpos, uso de escudos humanos, saqueo y pillaje.
La organización ha insistido además en su informe en que el ataque fue dirigido contra la población civil y en que matar a civiles y tomar rehenes fueron objetivos centrales del plan, no algo que tuvo lugar posteriormente, un plan que salió mal o actos aislados, por lo que ha determinado que el asesinato planificado de civiles y la toma de rehenes constituyen crímenes contra la humanidad.
HRW ha señalado que Hamás ha respondido a sus preguntas asegurando que sus milicianos recibieron instrucciones de no atacar a civiles y respetar los Derechos Humanos durante los asaltos, si bien ha reiterado que en muchos casos investigados en relación con los atentados del 7 de octubre, las pesquisas demuestran lo contrario.
CRÍMENES POR PARTE DE ISRAEL
Por otra parte, ha abundado en que la decisión de Israel de cortar los servicios esenciales a la población de Gaza tras el inicio de la ofensiva contra el enclave poco después de los ataques equivale a un castigo colectivo, lo que supone un crimen de guerra, que aumenta el impacto del bloqueo impuesto a la Franja desde hace más de 17 años y sus crímenes de apartheid y persecución contra los palestinos.
En esta línea, ha apuntado que fuerzas israelíes han reducido grandes partes de Gaza a escombros y han dejado a la gran mayoría de la población de Gaza desplazada y en peligro, por lo que ha insistido en que todas las partes en conflicto deben cumplir con sus obligaciones según el Derecho Internacional Humanitario y que los responsables de crímenes de guerra deben ser juzgados por sus actos, incluida la entrega al Tribunal Penal Internacional (TPI) de personas que haga frente a una orden de arresto del organismo.
"Las atrocidades no justifican otras atrocidades", ha recalcado Sawyer. "Para acabar con el ciclo interminable de abusos en Israel y Palestina, es crucial abordar las causas profundas y exigir que los autores de graves crímenes rindan cuentas. Esto responde a los intereses tanto de los palestinos como de los israelíes", ha apostillado.