MADRID, 3 Mar. (EUROPA PRESS) -
La ONG Human Rights Watch (HRW) ha exigido este miércoles al Gobierno de Camboya que acabe con el "hostigamiento" y los juicios políticos contra la oposición, y le ha recriminado su "continuo intento" por evitar que el proscrito Partido de Rescate Nacional de Camboya (CNRP) pueda presentarse a futuros procesos electorales.
La denuncia de HRW se produce días después de que un tribunal de Nom Pen, la capital, emitiera penas de prisión de hasta 25 años para algunos de los líderes, hoy en el exilio, del CNRP por participar en ataques a las instituciones con el fin de derrocar al actual Gobierno en noviembre de 2019.
De acuerdo con HRW, las condenas, entre las cuales estaba la del líder del CNRP, Sam Rainsy, se emitieron bajo acusaciones "infundadas", pues no es cierto que estas personas pretendieran dar un golpe de Estado "al anunciar sus planes de regresar a Camboya" en noviembre de 2019.
"El juicio político y la sentencia de Sam Rainsy y otros líderes opositores exiliados a décadas de prisión para que nunca puedan regresar a Camboya es una página arrancada del libro de jugadas del dictador", ha enfatizado el subdirector para Asia de HRW, Phil Robertson, en referencia al primer ministro, Hun Sen.
El Tribunal Municipal de Nom Pen condenó el lunes a Rainsy, a 25 años de cárcel y le privó del derecho al voto y a presentarse como candidato en futuras elecciones. Otras ochos personas fueron también castigadas a varias penas de prisión de entre 20 y 22 años, entre ellas su esposa, Tioulong Saumura, y así como a un total de 1.800 millones de rieles (más de 365.000 euros) en multas.
"Los Gobiernos de Japón, Europa y Estados Unidos deben reconocer la profundidad de la crisis de Derechos Humanos de Camboya e imponer sanciones específicas contra los funcionarios gubernamentales responsables", ha defendido Robertson.
Un día después de esta condena, la Unión Europea pidió a las autoridades de Camboya que garantizasen un juicio justo, así como los derechos y libertades fundamentales de todos sus ciudadanos, "independientemente de su afiliación política".
HRW también ha denunciado a este tribunal de la capital por facilitar "información inexacta" sobre la fecha del juicio y su veredicto a las organizaciones no gubernamentales locales, por lo que ningún trabajador humanitario u observador puede atender para velar por el cumplimiento de los derechos de los denunciados y el buen funcionamiento del proceso judicial.
"Los enjuiciamientos de figuras de la oposición de alto nivel están a la vanguardia de la última forma de represión de Hun Sen contra la disidencia, con muchos más juicios programados en los que los veredictos de culpabilidad y largas penas de prisión son una conclusión inevitable", ha denunciado Robertson.
El CNRP fue prohibido en 2017 y hasta el día de hoy se han ido celebrando decenas de juicios políticos contra sus líderes y representantes, así como contra activistas políticos pacíficos, periodistas, líderes sindicales e incluso trabajadores medioambientales.
"Muchos activistas han huido del país porque temían ser arrestados y han buscado protección como refugiados en el extranjero", ha relatado la ONG
En vísperas del anuncio de Rainsy y otros líderes destacados del CNRP de volver a Camboya el 15 de noviembre de 2019, muchos partidarios de esta llegada y otros antiguos miembros del partido, por aquel entonces disuelto, fueron detenidos. Al menos 125 personas fueron arrestadas, muchos de los cuales siguen en prisión preventiva y enfrentándose a "cargos infundados".
Rainsy, que cuenta también con la nacionalidad francesa, huyó al país europeo en 2015 para evitar ser arrestado por difamación cuando acusó al por entonces ministro de Asuntos Exteriores de Camboya, Hor Namhong, de haber colaborado en la represión de los Jemeres Rojos.