MADRID 3 Ago. (EUROPA PRESS) -
La organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW) ha exigido al Gobierno de Turquía que investigue cuanto antes la desaparición forzosa del al menos cuatro hombres en Ankara desde marzo de 2017, un mensaje que ha trasladado en una carta remitida al ministro de Justicia, Abdulhamit Gul.
La ONG ha explicado en un comunicado que uno de los hombres desaparecidos, identificado como el exprofesor Onder Asan, fue localizado en custodia policial tras 42 días sin conocerse su paradero.
Al menos otros tres hombres fueron secuestrados en circunstancias similares y todavía se desconoce su situación. Las similitudes en las desapariciones de estos hombres y el hecho de que uno de ellos haya aparecido finalmente bajo custodia policial hace pensar que los otros tres podrían ser víctimas de desapariciones forzadas provocadas por las fuerzas de seguridad.
"Hay razones creíbles para pensar que los agentes del Gobierno han provocado la desaparición forzosa de los desaparecidos", ha explicado el director de HRW para Europa y Asia Central, Hugh Williamson. "Las autoridades turcas deberían cumplir inmediatamente con sus obligaciones de localizar a los hombres desaparecidos, que podrían encontrarse en grave peligro, garantizar sus liberaciones y si están en custodia policial, darles acceso a un abogado lo antes posible, así como dejar que sus familias sepan donde están", ha explicado.
HRW ha señalado que un testigo vio a un hombre, que decía ser policía, secuestrar en abril en Ankara al exprofesor Asan, obligándole a subirse en una furgoneta. La familia del desaparecido no supo nada de su paradero hasta 42 días después de este suceso, cuando recibió una llamada de la comisaría de Policía informando de que Asan se encontraba bajo custodia. Fue juzgado el 17 de mayo y enviado a prisión preventiva por mantener supuestos vínculos con organizaciones terroristas.
La víctima ha presentado una denuncia ante la Fiscalía de Ankara en la que mantiene que fue secuestrado por personas que decían ser policías que le llevaron a un lugar secreto, donde le interrogaron y torturaron hasta que, días después, le llevaron a comisaría.
Las circunstancias de la desaparición de los otros tres hombres que siguen en paradero desconocido: Turgut Çapan, Mustafa Ozben y Cemil Koçak son semejantes a las de Asan. Los tres hombres también habían despedidos de sus trabajos como profesores o funcionarios públicos bajo el decreto de Estado de Emergencia. Çapan era un conocido de Asan, quien llegó a verle el día en que desapareció.
Testigos de las desapariciones de Ozben y Koçak han contado que les obligaron a introducirse en una furgoneta de color oscuro, un dato que corroboran las imágenes de las cámaras de seguridad.
Un quinto hombre, cuyo caso ha revisado Human Rights Watch, lleva desaparecido desde marzo, cuando dejó a su familia en la estación de autobuses de Ankara. Su imagen aparece en las cámaras de seguridad de una estación de metro de la que salió. Su desaparición tiene un perfil similar al del cuarto hombre desaparecido y su paradero también se desconoce.
Además de los cinco casos anteriores, Human Rights Watch ha afirmado que tiene conocimiento de otras desapariciones en circunstancias similares, pero que no ha podido examinar en detalle hasta el momento.
Las autoridades turcas no han contestado todavía a las demandas por desapariciones forzadas y secuestros presentadas antes la Fiscalía en 2017 por los abogados de las familias de los desaparecidos ni se han pronunciado sobre las informaciones al respecto publicadas por la prensa.
Sezgin Tanrikulu y Senal Serihan, dos parlamentarios del opositor Partido Republicano del Pueblo (CHP) han presentado en la cámara preguntas sobre las desapariciones forzadas dirigidas al primer ministro del país, Binali Yildirim.
HRW ha subrayado que las autoridades turcas deberían comprometerse de inmediato a prohibir las desapariciones forzadas y garantizar que se investigan estos casos cuanto antes y a los responsables en las fuerzas de seguridad, así como otros organismos públicos que hayan sido acusados de practicar torturas o malos tratos a detenidos.
La ONG ha hecho hincapié en que los socios internacionales de Turquía, incluyendo a la Unión Europea y sus Estados miembro, deberían exigir el respeto a los Derechos Humanos como pilar fundamental en sus relaciones con este país.
"Dado el oscuro historial de desapariciones forzadas en Turquía, lo más importante es que las autoridades investiguen la alarmante serie de desapariciones en Ankara", ha señalado Williamson. "La desaparición de personas es una violación grave de los Derechos Humanos, prohibida bajo cualquier tipo de circunstancia, y el Gobierno debe actuar para erradicarla", ha concluido.