MADRID, 12 Oct. (EUROPA PRESS) -
La ONG Human Right Watch (HRW) ha instado a la FIFA y a las autoridades de Qatar a garantizar que los trabajadores migrantes que han hecho posible la Copa Mundial de Fútbol reciban sus salarios y beneficios completos y no sean arrestados ni deportados por participar en protestas.
Asimismo, la organización ha solicitado a la FIFA y a las autoridades de Qatar que aborden las quejas subyacentes sobre abusos salariales, incluso apoyando un fondo de reparación para abordar "este problema de manera integral".
Para sustanciar sus peticiones, HRW ha entrevistado a 32 trabajadores migrantes de India, Kenia y Nepal que han participado reciente en las huelgas por las condiciones que recibieron haciendo sus labores para la preparación del mundial.
La mayoría de los trabajadores migrantes han detallado que habían participado en huelgas para protestar por el robo de salarios debido a que los empleadores no pagaban los salarios a tiempo, un proceso que a veces se alargaba durante meses.
Otros trabajadores con visas de corto plazo han participado en huelgas después de que las empresas les dijeran que los iban a enviar a casa antes de que terminara su contrato de trabajo de dos años.
"Las huelgas y protestas de trabajadores migrantes en Qatar son un acto de desesperación para los trabajadores que exigen medidas contra el robo de salarios", ha asegurado el subdirector para Medio Oriente de HRW, Michael Page,
"A semanas del inicio de la Copa del Mundo, especialmente cuando el trabajo de construcción en Qatar se termina definitivamente, las autoridades de Qatar deben garantizar que los salarios y beneficios de los trabajadores se paguen a tiempo y en su totalidad en lugar de penalizarlos por pedir lo que es legítimamente suyo", ha aseverado.
Los trabajadores han explicado a la ONG que las huelgas ocurren en fases. Cuando las empresas no les pagan durante meses, deciden quedarse en su alojamiento y se niegan a presentarse a trabajar. Cuando más tarde persisten por los retrasos en los pagos de los salarios, los trabajadores migrantes protestan en las calles, a veces frente a edificios gubernamentales o la sede de una empresa, o incluso bloquean el tráfico.
Organizaciones de Derechos Humanos han informado que el Gobierno de Qatar ha deportado hasta el momento a al menos a 60 trabajadores migrantes.
Preguntado por estas expulsiones, el Ministerio de Trabajo de Qatar aseguró que fueron detenidos en una huelga celebrada el 14 de agosto por "violar las leyes de seguridad pública de Qatar".
No obstante, otros trabajadores migrantes han confesado que habían decidido no unirse a las huelgas por temor a represalias tanto de su empleador como de las autoridades qataríes, algo que sin embargo les ha dejado con pocos recursos para recuperar el salario no pagado o negociar un mejor alojamiento.
Según HRW, el artículo 116 de la Ley del Trabajo de Qatar concede únicamente a los nacionales de Qatar el derecho a formar asociaciones o sindicatos de trabajadores, lo que priva a los trabajadores migrantes de su derecho a la libertad de asociación y de formar sindicatos.
"Si bien Qatar se adhirió al Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y al Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, en 2018 mantuvo varias reservas formales, incluida la interpretación del término 'sindicatos' de conformidad con su legislación nacional", ha aseverado la organización.
Con todo, HRW ha reiterado su petición a las autoridades qataríes y a la FIFA para garantizar que los trabajadores reciban los salarios y beneficios que se le adeudan.
"Lo mínimo que pueden hacer la FIFA y las autoridades de Qatar es garantizar que los trabajadores reciban los salarios y beneficios que se les adeudan como una cuestión prioritaria y establecer un fondo de reparación que se base en los mecanismos de compensación existentes, como el Fondo de Seguro y Apoyo a los Trabajadores, para abordar el abuso salarial generalizado pasado y actual", ha dicho Pagina.